El acuerdo alcanzado para reactivar el convenio colectivo del sector del Amarre en el puerto de Algeciras, suscrito por CCOO, UGT y SAM junto a AESBA y la CEC, pone fin a un largo conflicto provocado por la liberalización del sector, lo que ha sido valorado de forma muy positiva por la Federación de Servicios a la Ciudadanía de CCOO.
Este sindicato ha recordado que la liberalización del mercado del amarre, pasando de un modelo de concesión a otro de licencia, suponía un desequilibrio absoluto en las condiciones de trabajo dado que las nuevas empresas que acceden, se vendrían a regular por el único convenio existente – el Estatal del Amarre – que se mantenía sin actualizar desde 1996. Por lo que los sindicatos y las empresas alcanzaron un acuerdo que fue puesto en cuestión por la CNMC, y que ahora se ha salvado con un nuevo documento.
“Regular el sector por un convenio con 20 años de antigüedad (cuyas tablas estaban en pesetas) suponía la precarización de la actividad, el despido de los trabajadores con mayor antigüedad, cuyos salarios no podrían competir con los nuevos y, en consecuencia, una importante amenaza de conflictividad con el riesgo de bloqueo del primer puerto de España”, ha manifestado el secretario comarcal de la FSC-CCOO, Miguel Alberto Díaz.
Para la FSC-CCOO, en un ejercicio de responsabilidad que las organizaciones sindicales y empresariales más representativas llegasen a cerrar un convenio colectivo sectorial para el Puerto de Algeciras, denominado acuerdo de estabilidad en el empleo que garantizaba, no sólo la estabilidad en el empleo, sino unos mínimos salariales calculados con el incremento del IPC acumulado de esos 25 años, superior al 45%. “Ese acuerdo ha sido fundamental para garantizar una transición pacífica entre los dos modelos de gestión del servicio”, manifiesta Díaz, quien insiste en que «dos años después de la firma, una vez estabilizado el mercado, comprobado que no ha habido despidos, sino que las nuevas empresas se han incorporado con total normalidad aumentando el volumen de empleo, que las condiciones económicas de todos los trabajadores se regulan igualitariamente con carácter de mínimos para todo el sector y atendiendo al requerimiento de la CNMC, las parte firmantes propusieron una serie de modificaciones del acuerdo que lo adapta a las nuevas circunstancias del mercado (varios años después), garantizando un marco regulador para todas las empresas y trabajadores”.
CCOO considera que si bien con el cambio de modelo parecía necesario dotar de una mayor protección a los trabajadores que estaban en mayor riesgo de precarización y despido, en la actualidad ya no es necesaria esta distinción, pudiendo regularse con las mismas condiciones a la totalidad de los trabajadores del sector.
Considerando, además, que como recoge la propia resolución de la CNMC no ha sido necesario aplicar algunos aspectos del acuerdo, tales como la creación de bolsa de trabajo o el abono de complementos distintos a los ya incluidos en el salario base, la adaptación del acuerdo a los requerimientos de la CNMC supone una oportunidad de adaptar el acuerdo a las nuevas circunstancias una vez superadas la etapa de incertidumbre por el cambio de modelo.
En este sentido, los dos aspectos principales que se modifican son, en primer lugar, la bolsa de trabajo, toda vez que no ha habido despidos en el sector en este período sin o que todas las extinciones se han debido a causas objetivas (jubilaciones, bajas voluntarias…) y además se han producido trasvase de trabajadores entre empresas pactados libremente entre trabajador y empresa y se han producido nuevas contrataciones, por lo que no es necesario mantener un modelo rígido como la bolsa de trabajo dado que el sector ha mostrado su capacidad de adaptarse a las circunstancias sin pérdida de empleo.
El segundo aspecto ha sido sustituir los complementos salariales que se personalizaban en función de la antigüedad o experiencia por el riesgo de precarización de los trabajadores más antiguos por un complemento homogéneo e igual para todos los trabajadores del sector.
“Desde CCOO instamos a la CNMC a que emplee todos sus esfuerzos en evitar que las corporaciones eléctricas, bancarias y del transporte, no hagan trampas con los precios, y que deje en paz a los trabajadores y empresas del sector portuario (estiba, amarre, etc.) que día a día sobreviven a pesar de la pandemia, convirtiéndose en un puntal esencial de la economía y de servicio público de los ciudadanos de este país. Su intromisión en el derecho constitucional a la negociación colectiva” sentencia Díaz.
La representación sindical ha manifestado su agradecimiento al SERCLA y a sus mediadores por la importante actuación realizada para buscar una solución para este complejo conflicto laboral.