El mantenimiento programado de los bolardos de amarre del Puerto de Las Palmas permite reemplazar ordenadamente aquellos enganches que superan el medio siglo de servicio, pero también facilita un control de seguridad exhaustivo sobre los que son más recientes mediante ensayos no destructivos.
El presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas (APLP), Luis Ibarra, señala que “la calidad de los servicios portuarios también se evidencia en el control y mantenimiento periódico de sus infraestructuras, una labor preventiva en la que esta Autoridad Portuaria está muy concienciada, ya que tenemos una combinación muy potente entre capacidad de línea de atraque y sonda de hasta 24 metros que permite el atraque de buques de múltiples calados”.
En estos primeros meses de 2021 se han realizado ensayos no destructivos para 150 toneladas de tiro en bolardos de los muelles Santa Catalina, Nelson Mandela y Reina Sofía. Gracias a este programa de control y mantenimiento que desarrolla la APLP se ha detectado que dos de estos noráis no cumplían los requisitos técnicos de seguridad, por lo que se procede a su inhabilitación y sustitución.
Además de este control, la Autoridad Portuaria cambia periódicamente los bolardos de amarre con más de 50 años de servicio, que es la durabilidad estimada para que estos elementos cumplan su función en condiciones óptimas. Es el caso de los cuatro del Muelle Benito Pérez Galdós, que recientemente han sido sustituidos por otros tantos nuevos.
En el Puerto de Las Palmas hay en la actualidad 870 bolardos de amarre, distribuidos a lo largo de 17.953 metros de línea de atraque. De estos casi 18 kilómetros, un tercio (más de 6,5 kilómetros) se han ganado en las dos últimas décadas mediante la prolongación de diques existentes o la construcción de nuevas infraestructuras.