En los próximos años el Puerto de Bilbao se va a convertir en el centro neurálgico del Corredor vasco de hidrógeno – Basque Hydrogen Corridor (BH2C), una iniciativa que cuenta ya desde su inicio con la participación de 78 empresas, instituciones, centros tecnológicos y de formación unidos en torno al desarrollo tecnológico y a la producción industrial del hidrógeno como combustible del futuro. Se trata de un proyecto de marcado carácter estratégico, de alcance global y referencia mundial, vinculado a la innovación y la sostenibilidad medioambiental, que contribuirá a la reducción de emisiones de CO2 y a desarrollar la economía de hidrógeno en torno al Puerto de Bilbao como núcleo neurálgico.
Esta decidida apuesta del sector energético y logístico vasco para liderar la producción de hidrógeno verde está impulsada por Petronor, junto a su primer accionista, Repsol. Cuenta con el apoyo del Gobierno vasco a través del Ente Vasco de la Energía (EVE), Diputación Foral de Bizkaia y Ayuntamiento de Bilbao, y contempla llevar a cabo inversiones por valor de 1.300 millones de euros durante el período comprendido entre 2021 y 2026 en 34 proyectos relacionados a esta iniciativa, que se estima generarán 1.340 empleos directos y cerca de 6.400 indirectos, dando un gran impulso a la recuperación de la economía en torno a una fuente de energía sostenible y fundamental para la lucha contra el cambio climático.
De la mano de la Autoridad Portuaria de Bilbao y su comunidad portuaria, el Puerto participa activamente en el Corredor Vasco del Hidrógeno – Basque Hydrogen Corridor. Por una parte, en la parcela de 46.700 metros cuadrados de Punta Sollana, Petronor construirá una de las mayores plantas mundiales de producción de combustibles sintéticos a partir de hidrógeno verde. Estos combustibles se producen utilizando agua y CO2 como únicas materias primas, pudiendo utilizarse en motores de combustión de coches, camiones o aviones, así como otras aplicaciones.
En una primera fase la inversión ascenderá a 67 millones de euros, con la previsión de que estas instalaciones se encuentren operativas a partir de 2024.
Posteriormente el proyecto se complementará con las Fases II y III, que se ubicarán junto a la primera y supondrán una inversión adicional de 76 millones de euros, consistiendo en una planta de generación de gas, de 10 megavatios de capacidad, a partir de residuos urbanos, como papel, cartón, plástico y textiles, lo que evitará utilizar combustibles tradicionales y propiciará la Economía Circular. Inicialmente, esta planta de pirolisis podrá procesar alrededor de 10.000 toneladas al año de residuos urbanos, cifra que puede ascender a 100.000 toneladas en fases posteriores. Este gas se empleará como combustible para la propia refinería.
Este proyecto de Petronor se vincula con aspectos como la innovación, la tecnología puntera, la sostenibilidad, la descarbonización y la transición energética que contribuye a la reducción de la huella de carbono, criterios que se alinean con la estrategia de la propia Autoridad Portuaria de hacer del Puerto de Bilbao un espacio más sostenible e innovador.