El presidente de la Autoridad Portuaria de La Coruña, Martín Fernández Prado, ha participado hoy en la reunión celebrada en el Ayuntamiento para analizar el futuro del Puerto entre todas las administraciones implicadas. Por parte del ente portuario estuvo presente también el director del organismo, Juan Diego Pérez Freire, mientras que la Administración autonómica estuvo representada por la consejera de Infraestructuras, Ethel Vázquez, y el delegado territorial de la Junta, Gonzalo Trenor. El Gobierno municipal estuvo representado por la alcaldesa, Inés Rey, y el concejal de Urbanismo, Juan Díaz Villoslada. También participó el presidente de la Diputación de La Coruña, Valentín González Formoso, y por parte del Gobierno central estuvieron presentes el secretario general de Infraestructuras del Ministerio de Transportes, Sergio Vázquez Torrón; la presidenta de ADIF, Isabel Pardo de Vera; el presidente de Puertos del Estado, Francisco Toledo, y la directora corporativa de este organismo, Pilar Parra.
En su comparecencia tras el encuentro, Martín Fernández Prado señaló que éste ha sido “un paso más en el sueño de ciudad” iniciado hace 18 años, con el inicio del proceso de ejecución de Punta Langosteira, y recalcó que, durante este período, “el Puerto ha cumplido sus compromisos”, con unas instalaciones operativas, que han recibido ya 1.100 buques y con unos tráficos superiores a 11 millones de toneladas.
En este sentido, recordó que actualmente La Coruña es el principal puerto del noroeste español en movimiento de graneles agroalimentarios, estratégicos para un sector muy importante como el de la alimentación animal, ya que por él se mueven en torno al 70% de los productos que alimentan a la cabaña ganadera gallega. También recordó su carácter ambiental, al haber permitido sacar los tráficos más sensibles del entorno urbano, y su papel como un “puerto de ciudad”, ya que permitirá una profunda transformación urbanística. Mencionó además su eficacia como puerto refugio, dando auxilio a cerca de 20 buques con problemas o averías, y evitando posibles consecuencias medioambientales.
En el ámbito de la gestión comercial, el presidente de la Autoridad Portuaria destacó la eficiencia alcanzada en la última década, con un récord histórico de tráficos en 2018, con cerca de 16 millones de toneladas de mercancía. En cuanto a la gestión económica, puntualizó que pese a la tensión financiera impuesta por la ejecución del Puerto Exterior, el organismo que preside fue capaz de destinar desde 2012 inversiones por casi 200 millones de euros al proyecto de Langosteira, adicionales a las obras que habían sido contratadas en 2005. De esa cantidad, 116 millones corresponden a infraestructuras fundamentales como el contradique o la galería de graneles líquidos, entre otras, mientras que otros 80 millones se dedicaron hasta el momento a cubrir amortizaciones e intereses de los préstamos contraídos para abordar el proyecto.
Tras este esfuerzo presupuestario, en el que no se ha recibido ningún ingreso por las desafectaciones de terrenos que estaban previstas, Martín Fernández Prado avanzó que el movimiento de caja todavía permite un margen de maniobra en tesorería para tres o cuatro años más. En este contexto, instó a buscar una solución para aliviar esa tensión financiera a medio plazo y evitar problemas en el futuro. Añadió que la Autoridad Portuaria está abierta al diálogo para buscar una alternativa que sustituya al planteamiento de los convenios de 2004, que apuntaban a la venta de los terrenos portuarios, pero reiteró que es necesario hallar pronto esa solución mediante acuerdos entre las instituciones.
Una solución que pasa también por la ejecución del enlace ferroviario a Langosteira. “Si queremos hablar de opciones para el muelle de San Diego necesitamos ya un tren que nos permita liberarlo”, señaló el presidente de la Autoridad Portuaria, que apeló a la urgente necesidad de contar con esta infraestructura no solo para garantizar la plena operatividad del Puerto Exterior, sino también para poder completar el proceso de traslado de los operadores que aún permanecen en el puerto interior y que dependen del tráfico ferroviario.
Durante la reunión, todos los representantes institucionales coincidieron en señalar que el enlace ferroviario es necesario, y que se trata de un proyecto maduro. Se alinea también con los criterios que sigue ADIF para tramitar su financiación con fondos de la Unión Europea.
Finalmente, concluyó que como presidente de la Autoridad Portuaria se compromete a mantener la línea de trabajo de cara a conseguir acuerdos institucionales en los grandes retos del Puerto: convertir Punta Langosteira en un motor económico e industrial, eliminar del entorno urbano todas las mercancías sensibles e incorporar al uso ciudadano los espacios portuarios.