Comienza la temporada de trabajo para los casi cincuenta trabajadores de la almadraba de Tarifa, que tras haber sido sometidos a un cribado masivo, inician una nueva y sin duda alguna, especial campaña, en la que no sólo preocupa la pandemia sino, también los efectos que sobre el fondo marino haya podido tener del alga asiática.
El pasado 2 de febrero, se publicó en el Boletín Oficial del Estado la Resolución de 27 de enero de 2021, de la Secretaría General de Pesca, por la que se asignaba a la almadraba de Tarifa, un total de 314,627 toneladas de cuota de atún rojo, como parte de las 1.479 toneladas que deberán repartirse los restantes laberintos de Barbate con 408,866 toneladas, Zahara con 383,837 y las 372,078 para la de Conil.
Esta campaña que se inicia, no sólo estará marcada por la pandemia, a pesar de que los casi 50 pescadores deberán cumplir escrupulosamente con un control de acceso y previo embarque, la limpieza y desinfección del buque y sobre todo, los protocolos establecidos ante la sospecha de contagio. También preocupan los problemas que pueda haber causado en la especie el alga asiática que invade la zona costera del Estrecho de Gibraltar.
De momento, este lunes, los almadraberos tarifeños se disponen a llevar a cabo el ‘calamento’ para iniciar la temporada que esperan que, a pesar de todo, sea fructífera.