El presidente de la Autoridad Portuaria de La Coruña, Martín Fernández Prado, se reunió este martes con el portavoz del grupo municipal del BNG, Francisco Jorquera, y la concejala de esta formación, Avia Veira. Se trata del primero de los encuentros institucionales con los responsables de los distintos grupos municipales, con el fin de darles a conocer los proyectos de futuro del Puerto de La Coruña y, en especial, de los grandes asuntos como el enlace ferroviario a Langosteira, la deuda derivada de la construcción del Puerto Exterior y la futura reurbanización de los muelles del puerto interior.
Martín Fernández Prado agradeció el apoyo del BNG a los grandes retos del puerto, cuya solución, dijo, solo será posible mediante el diálogo y el acuerdo. Por su parte, Francisco Jorquera agradeció esta disposición al consenso por parte del presidente de la Autoridad Portuaria, teniendo en cuenta que el diseño del borde marítimo de La Coruña es lo que va a definir la ciudad del siglo XXI.
Con respecto a la transformación de los terrenos portuarios, Fernández Prado explicó a los ediles su propuesta de crear un grupo de trabajo, como delegación del Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria, para ir planificando la integración de los muelles de Batería y Calvo Sotelo en la trama urbana. Un grupo en el que estarían representadas todas las instituciones implicadas en condiciones de igualdad, con un miembro de cada institución: Puertos del Estado, Junta de Galicia, Ayuntamiento de La Coruña y la propia Autoridad Portuaria, todas ellas representadas a su vez en el consejo de administración.
Este grupo de trabajo, que empezaría a funcionar de manera inmediata, trazaría la hoja de ruta para acometer el desarrollo de Batería y Calvo Sotelo. “Es el mecanismo más ágil y rápido, y en este grupo se debería definir qué tipo de ente de gestión se constituirá para la transformación de los muelles, siempre en diálogo y por unanimidad de las administraciones representadas”, explicó Fernández Prado.
Batería y Calvo Sotelo quedarán liberados de actividad portuaria en 2022 y ya podrían comenzar las obras de reurbanización. Para ello, antes debe consensuarse el ente que lo gestionaría, acordar el proyecto que se llevaría a cabo con sus costes globales y la participación de cada Administración.