El presidente de la Autoridad Portuaria de Málaga, Carlos Rubio, y el director, José Moyano, presentaron los datos de cierre del ejercicio 2020, un año marcado por la pandemia del Covid-19 y la difícil situación económica provocada por la misma. Como infraestructura esencial que garantiza la cadena de suministro y el abastecimiento de los territorios, el enlace malacitano rozó los tres millones de toneladas en materia de mercancías en 2020, disminuyendo un 23% en relación al pasado año.
MERCANCÍAS. Pese a que el movimiento de contenedores experimentó un incremento en abril, octubre y noviembre, con cifras superiores respecto a los mismos meses del año anterior, el cómputo general del ejercicio (617.003 toneladas) revela una disminución del 56% en relación a 2019.
Además de mantener las líneas regulares, cabe destacar la apuesta de la compañía de transporte alemana Hapag Lloyd, que inició su servicio Mediterranean Gulf Express con escala en Málaga. Recordar la llegada de los buques portacontenedores ‘Istanbul’ y ‘London’ que, con sus 399 metros de eslora, fueron de los mayores recibidos en la historia del recinto portuario.
El tráfico de graneles sólidos y líquidos vio incrementada su actividad, debido al aumento en el movimiento de productos agroalimentarios.
Los graneles sólidos disminuyeron ligeramente un 2,5% respecto al año anterior, manteniendo prácticamente la misma actividad que en 2019 con un movimiento de 1,4 millones de toneladas. El agroalimentario, principalmente pienso y forrajes y cereales y su harina, supuso cerca de la mitad de la cifra total de granel sólido en 2020. A esto hay que añadir que el movimiento de cemento y clínker obtuvo también un resultado positivo, habiéndose incrementado un 18,8%.
Por su parte, el tráfico con la evolución más destacada fue el granel líquido, pese a la disminución de movimiento de combustible generada por el confinamiento. El Puerto de Málaga movió 206.521 toneladas frente a las 80.000 del pasado año, revelando un importante incremento del 158,5%. El tráfico de aceites supuso la mitad del total de movimiento de granel líquido.
De hecho, otra de las operativas interesantes que se realizaron en 2020 fue el transporte intermodal de tráfico de aceite usado para su transformación en biodiesel.
El tráfico de mercancías más afectado por la situación actual fue la importación de vehículos nuevos, uno de los más notables en el puerto de Málaga durante los últimos años.
El cierre de las fábricas provocó la cancelación temporal de la línea regular, por lo que el cómputo del año se resolvió con un movimiento de 33.959 toneladas, lo que supuso una disminución del 54,2% en relación a 2019. Sin embargo, la tendencia al alza en el último cuatrimestre de 2020 señaló la paulatina recuperación del sector del automóvil.
Sin duda, los tráficos en los que más se observó la incidencia de la pandemia fueron los pasajeros, tanto en la línea regular Málaga-Melilla como en el turismo de cruceros. En la primera se experimentó una disminución del 60% en relación al año anterior, con un movimiento de 164.715 pasajeros, debido al cierre de fronteras con el norte de África. Pese a ello, la estación marítima fue clave en la repatriación de pasajeros europeos procedentes de Marruecos, donde estuvieron confinados durante el estado de alarma, ya que el enclave malagueño fue elegido como una de las infraestructuras esenciales del ámbito nacional para este tipo de actuación especial.
En cuanto al turismo de cruceros, la cancelación de las operaciones a nivel mundial afectó drásticamente a las previsiones planteadas en 2020, ya que el movimiento de pasajeros se produjo durante el primer trimestre del año, con un total de 40.172 cruceristas, frente a los cerca de 500.000 que llegaron en 2019 y que se esperaban en 2020. El número de escalas, por tanto, disminuyó a 19, a las que hay que sumar una treintena más que, durante todo este periodo, realizaron labores de avituallamiento y repatriación de tripulación.
CIERRE ECONÓMICO. La reducción de algunos de los tráficos más importantes del Puerto de Málaga repercutió en el cierre económico del ejercicio. La Autoridad Portuaria generó unos ingresos de explotación de 15, 5 millones de euros, con un resultado del ejercicio negativo: – 2,8 millones de euros.
COMPROMISO CON LA SOSTENIBILIDAD. En 2020, la Autoridad Portuaria continuó su compromiso para la mejora de la actividad sostenible en el recinto, llevando a cabo proyectos relacionados con la iniciativa ‘Puerto Verde’, tales como el ajardinamiento de los espacios portuarios en el Paseo de Levante y la creación del ‘Bosque Portuario’ en la zona de San Andrés; la implementación de un nuevo lucernario en la sede del organismo público; la renovación de la Certificación de Gestión Ambiental conforme a la norma ISO 14001 2015 y el apoyo a proyectos basados en la sostenibilidad en el marco de la iniciativa Ports 4.0 y fondos ‘Next Generation’.
GESTIÓN DE LA PANDEMIA. El Puerto de Málaga fue una de las infraestructuras pioneras en aplicar los protocolos de actuación frente al Covid-19 antes del estado de alarma. Durante los meses siguientes y hasta la actualidad, el esfuerzo de la comunidad portuaria fue clave para la generación de actividad y garantizar la cadena de suministro. Por ello, la Autoridad Portuaria desarrolló un plan de medidas económicas para apoyar a las empresas y ayudarlas en su recuperación.
El organismo público colaboró, además, con las terminales de pasajeros (tanto de conexión con Melilla como de cruceros) para la obtención de certificados de calidad y seguridad, de cara a estar preparadas cuando se retomara la actividad.
PROYECTOS. Con el objetivo de continuar contribuyendo a la recuperación de la capital y la provincia, la Autoridad Portuaria dio luz verde a proyectos para apoyar la integración del entorno portuario en la ciudad (construcción de un hotel en la zona de Levante, desarrollo del proyecto de integración de Muelle Heredia, nueva gestión de la Casa de Botes); poner en valor el tráfico de importación y exportación en el recinto portuario (creación de un nuevo muelle polivalente, búsqueda de espacios logísticos fuera del puerto, nuevas instalaciones del PIF) y convertirlo, a su vez, en un referente turístico en el tráfico náutico deportivo (desarrollo de un puerto para megayates en los muelles 1 y 2 y previsión de realización de un concurso público para la construcción y gestión de un puerto deportivo en San Andrés).