El pasado sábado 23 de enero, se cumplió un año del naufragio del palangrero algecireño «Rúa Mar» en aguas próximas al Mar de Alborán. Un trágico suceso que costó la vida a los seis marineros que navegaban en su interior y de los que sólo se pudieron recuperar los cadáveres de dos, el patrón y el guardián, mientras que el resto continúan desaparecidos.
Los familiares de los tripulantes del pesquero aseguran que “aún no hemos podido asimilar lo ocurrido”, porque “ha pasado un año muy rápido y seguimos sin poder hacer nada”, afirma, Milagros Figueroa, viuda de Daniel Gallego, uno de los tripulantes del pesquero siniestrado.
La mujer no entiende, como “a pesar de los medios empleados en su día para la búsqueda, no se pudo encontrar el barco” y por eso, concluye que “no le podemos sacar sentido a las cosas”, dejando patente su dolor por lo ocurrido.
A pesar de ello, Milagros Figueroa ha asegurado que los familiares de los tripulantes del «Rúa Mar» mantienen la esperanza de poder recuperar sus cuerpos y por ello, en cuanto cese la pandemia, volverán a reclamar con sus abogados la posibilidad de retomar las labores de rastreo. Además, lamenta la actitud de los políticos en este asunto, de los que dice “no esperar nada más” y no descarta volver a las protestas para pedir que se les permita seguir buscando el pecio.
El «Rúa Mar», naufragó en la madrugada del 23 de enero de 2020, por causas que aún se desconocen. Todo apunta a un posible golpe de mar fruto de la tormenta existente ese día en la zona, pudo originar un movimiento de la carga que acabó con el palangrero en el fondo, cuando estaba siendo investigado junto a otras embarcaciones por un posible delito de tráfico de drogas.
Tras un mes y tres días de rastreo, la búsqueda se suspendió tras el hallazgo de algunos restos del barco y los cuerpos de sólo dos de los seis tripulantes. Fueron 10.300 kilómetros cuadrados en la superficie del mar, otros 546 submarinos; 375 horas de navegación de los buques Salvamento y más de 275 efectivos entre rescatistas, guardias civiles y militares de la Armada, pero nada se logró, más que recuperar algunos restos del buque y los dos cadáveres que el mar escupió en diferentes puntos de la costa comprendida entre Tarifa y Estepona.
De los seis marineros que navegaban en su interior, solo han aparecido, hasta el momento, los cadáveres de dos (el patrón y el guardián), mientras que el resto continúan desaparecidos.