El ministro de Exteriores de Grecia, Nikos Dendias, asegura que su Gobierno acude con «espíritu constructivo» aunque también con realismo a la reunión exploratoria que retomarán, este lunes, su país y Turquía sobre sus diferencias marítimas tras casi cinco años de interrupción.
Grecia acude a las conversaciones que se celebrarán en Estambul con «buena fe» y «espíritu constructivo», talante que espera también de la parte contraria.
Aunque en ninguna de las 60 reuniones anteriores -interrumpidas en 2016 tras la intentona de golpe en Turquía- ha habido una agenda oficial, ni su objetivo es cerrar acuerdos, Dendias dejó claro que desde la perspectiva griega sobre la mesa de una futura negociación solo puede haber «un tema», que es la delimitación de las respectivas Zonas Económicas Exclusivas y plataformas continentales en el Egeo y el Mediterráneo Oriental, sobre la base del Derecho Internacional.
En caso de que no se llegue a un acuerdo, las dos partes deberán acordar el texto de una declaración conjunta que se presentaría a la Corte Internacional de Justicia en La Haya, donde se dirimiría esta cuestión.
El alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, admitió que «recientemente» ha mejorado «la atmósfera» en las relaciones entre los Veintisiete y Ankara, tras un 2020 marcado por la tensión diplomática.
«El año pasado ha sido un año complicado para estas relaciones (entre Turquía y la UE). Recientemente hemos visto desde las dos partes una mejora en la atmósfera general y algunos pasos importantes», declaró Borrell.
En la cumbre europea del pasado diciembre, los líderes comunitarios habían pedido a Borrell y a la Comisión Europea que, para marzo, estudiasen la posibilidad de ampliar el ámbito de las sanciones por las tensiones en el Mediterráneo oriental, en función de cómo evolucione la relación con Ankara y después de haber dado al Gobierno turco un margen de dos meses para rebajar la tensión.
LA PROBLEMATICA DELIMITACION DE LAS AGUAS
Una piedra en el camino hacia una mejor relación lo podría constituir la ampliación por parte de Grecia de sus aguas territoriales en el mar Jónico de 6 a 12 millas náuticas, algo a lo que tiene derecho, pero que de aplicarse en el Egeo y el Mediterráneo oriental, sería una afrenta a Turquía.
El Parlamento heleno aprobó esta semana, tan solo unos días antes de la reunión de Estambul, ampliar sus aguas territoriales en el Jónico, una decisión que había acordado en verano pasado con Italia tras décadas de negociaciones.
«La ampliación de las aguas territoriales cumple con el Derecho Internacional, que podemos aplicar también en otras regiones… Es un derecho nacional que se aplica como resultado de la cooperación internacional y envía un mensaje hacia oriente (Turquía)», destacó el primer ministro, Kyriakos Mitsotakis, ante el Parlamento.
Desde 1995, sin embargo, Turquía considera toda expansión de las aguas territoriales helenas en el Egeo, que actualmente alcanzan las 6 millas náuticas, como UN «casus belli». EFE