El puerto gijonés de El Musel ha cerrado 2020 con un movimiento a través de sus instalaciones de 16.103.571 toneladas, lo que supone un descenso del 7,3 por ciento respecto al ejercicio anterior.
Según ha informado la Autoridad Portuaria de Gijón, la bajada la achacan a un año marcado por la crisis sanitaria y, en el caso de la dársena gijonesa, «por el fuerte impacto del proceso de descarbonización, así como el ajuste productivo de la producción siderúrgica en el Principado», han explicado.
Todo ello pese a que ha habido apartados con crecimientos muy significativos, como es el caso de los graneles sólidos a través de los muelles comerciales -el 42,5%-, en el que el movimiento de carbón ha sido el protagonista al duplicar el movido en 2019 y alcanzar los 4.346.866 de toneladas, que supone un incremento del 102%.
Por su parte, el movimiento de contenedores ha continuado con su tendencia al alza, y marca nueva cifra récord con 84.809 TEUS, un crecimiento en el que ha sido relevante la llegada de una nueva línea, así como el desvío puntual de esta modalidad de tráfico debido al conflicto habido en el puerto de Bilbao.
Asimismo, la Autoridad Portuaria ha alegado que la terminal granelera EBHI ha sufrido el «acusado» impacto de la descarbonización y su incidencia en la generación de energía y, de forma especial, el ajuste productivo llevado a cabo en la siderurgia regional, lo que la ha llevado a disminuir sus tráficos casi el 31 por ciento -6.770.182 de toneladas-, con la pérdida de más de tres millones respecto al año anterior.
Del movimiento a través de esta terminal, 2.030.114 toneladas corresponden a carbón térmico, el 21 por ciento menos, mientras el siderúrgico, con 1.022.136 toneladas, disminuye el 34 por ciento, porcentaje similar al que lo hace el mineral de hierro con 3.717.932 toneladas.
También se ha destacado por parte de la Autoridad Portuaria que en este periodo en el puerto gijonés han escalado 1.196 barcos, 13 menos que en el ejercicio anterior.