El anuncio hecho por la empresa Endesa de que adecuará-ampliará sus instalaciones para G.N.L. (gas natural licuado) en Los Barrios «está lleno de confusión», según Ecologistas en Acción, que asegura que «el director general de Gestión de la Energía de Endesa, Juan María Moreno, asegura que la ubicación estratégica de nuestra terminal ofrece una posibilidad de crecimiento y diversificación hacia nuevas líneas de negocio, como es el bunkering de GNL, que encajan y nos permiten avanzar en nuestra estrategia de descarbonización al apostar por actividades que conllevan una reducción de las emisiones», según recoge en un comunicado.
«Aquí tenemos otro ejemplo diáfano de la impostura que se esconde detrás de la «descarbonización»; parece que el gas natural es una «energía alternativa» y que forma parte de la «descarbonización». Pura falsedad: el GNL, gas natural licuado, es un combustible fósil y, por tanto, con carbono en su composición (CH4), que no representa ninguna «alternativa» al actual y periclitado modelo fosilífero actual», defienden los conservacionistas, que continúan: «que no nos metan de matute de un combustible fósil nada deseable, aunque es cierto que frente al apestoso fuel oíl marítimo represente una mejora ambiental».
El comunicado prosigue :»que no almacenen residuos oleaginosos en una Bahía de Algeciras cada vez más agredida y que no lo incluyan en ninguna «transición justa». El parque de carbones de la cerrada central térmica de Los Barrios tiene que albergar inversiones limpias y sostenibles», sostienen.
Según Ecologistas en Acción, «es pública la manipulación de las empresas gasistas al considerar la ventaja del gas natural con respecto a sus hermanos «fósiles» comparando solo los gases producidos durante la combustión, ocultando el daño que suponen las fugas de gas metano, en todo el ciclo de vida del gas natural, las cuales suponen un daño muy superior, hasta 86 veces el que produce el CO2, al calentamiento global de la Tierra. Estas fugas de metano a la atmósfera cancelan cualquier ventaja de reducción de CO2 al reemplazar los combustibles tradicionales por el gas natural», defiende.
Además, este proyecto «se une a la planta de residuos MARPOL, que promueve la empresa Gamilonia en Los Barrios, que almacenará 200.000 toneladas de sentinas de buques», aseguran los ecologistas. «La verdadera «transición justa» debe consistir en recuperar las marismas del río Palmones y las playas del Rinconcillo y de Guadarranque, todavía más amenazadas con estos dos agresivos proyectos, promoviendo instalaciones limpias y que ofrezcan puestos de trabajo dignos», aseveran.