El sector pesquero de Huelva ha destacado que, dada la situación actual de pandemia, hay una «merma en las ventas» debido en parte al cierre de muchos establecimientos hoteleros y a las restricciones en el sector hostelero por la COVID-19, lo que considera que afectará también a la campaña navideña, así como la situación de muchas personas que encuentran en desempleo ya que «si no hay ingresos no hay consumo».
Así lo ha indicado a Europa Press el presidente de la Federación Andaluza de Cofradías de Pescadores (Facope) y patrón mayor de la Cofradía de Pescadores de Punta Umbría (Huelva), Manuel Fernández Belmonte, que ha indicado los precios «no son los que deberían por estas fechas» y que viene dado por la bajada del consumo, lo que se refleja también en una «baja rentabilidad» ya que «no se llega ni al sueldo base», aunque agradece que «al menos da para comer».
En este punto, ha incidido en que ambos sectores –hostelería y pesca– están «preocupados» los que están cerrados «porque no pueden trabajar» y los que están trabajando «porque no tienen donde venderla».
A pesar de ello, Fernández Belmonte ha subrayado que aunque la pesca «está mal, como todo» se consideran «afortunados» porque al ser esencial el sector primario, «al menos se ha podido salir y trabajar», por lo que pueden decir que han tenido «la suerte» de mantener la actividad.
«Otros no han tenido esa suerte, pero sí que es verdad que todo lo que son especies de alto precio de consumo de hostelería va a llegar a tocar fondo, porque si no hay demanda para que quieres ofertar», ha señalado.
Con respecto a la campaña navideña, el presidente de Facope ha destacado la «incertidumbre» de los exportadores que «invierten en productos como cigalas, gambas, langostinos, calamares o chocos, entre otros», teniendo en cuenta «lo difícil» que va a ser venderlos.
«El que sea valiente y lo esté haciendo lo está haciendo con mucha prudencia y con unos costes de casi el 50 por ciento de lo que puede valer el producto», añadiendo que «si las familias no se van a reunir el consumo se va a reducir», por lo que cree que no habrá la «abundancia» en ventas de otros años tampoco en pescado, «independientemente de que no hay cadena económica».
CAMPAÑAS. De otro lado, Fernández Belmone se ha referido al inicio de la campaña de la pesca artesanal con el pulpo, reseñando que están a la espera de ver «qué cantidad hay, porque hay veces que parece que es un buen año de captura y después no lo es», por lo que van a esperar los primeros diez días «para ver si realmente ha merecido la pena estos dos meses y medio de paro biológico».
Además, el día 2 de noviembre comenzó la campaña de arrastre del 2020-2021 después de 45 días de parada en la que «igualmente habrá que espera unos días y ser prudente para saber cómo ha reaccionado el caladero».
Por otra parte, el día 30 de este mes termina la campaña 2020 de la modalidad de cerco, tanto el boquerón como en el jurel y la caballa –que es lo que se está capturando ahora– y empiezan dos meses de paro biológico, mientras que la sardina cerró las capturas el día 31 de octubre.
Finalmente, el presidente de Facope ha apuntado que el caladero de la chirla se encuentra «en buenas condiciones», por lo se está faenando «sin novedad», aunque «los precios son pequeños por la competencia desleal y masiva de Italia y porque el consumo ha bajado». (E.P.).