El muelle de Baleares del puerto de Tarragona entra en una nueva fase con la construcción del dique sur y norte, que se realiza por medios marítimos y terrestres. Con este nuevo avance, junto con la finalización de la colocación de todos los cajones, cerrará el citado muelle por ambos lados y le dará una forma muy distinguible.
Los gánguiles continúan realizando sus tareas transportando y colocando el material procedente de la cantera de Vallcarca desde el mar, mientras que los camiones transportan el material desde la cantera del Llorito, Tarragona y la cantera Blanco de Reus.
En total se han transportado hasta el momento por medios terrestres 80.000 toneladas de material, en 3.000 viajes. Los camiones colocan el material por encima del propio dique alargando y ampliando sus dimensiones en cada desplazamiento que hacen hasta el muelle.
La tarea por medios marítimos sigue el ritmo de dos gánguiles de 1.500 t de capacidad cada uno con una frecuencia diaria de 6.000 t. Está previsto que en las próximas semanas las tareas realizadas por ambos gánguiles se den por finalizadas.
La línea de atraque total será de 700 metros, puesto que, en 240 de estos 460 metros de longitud, se podrá atracar en ambos lados y se añade la zona actual del dique de Levante. Con todo se doblará el número de cruceros que podrán atracar simultáneamente y, también, acoger a los más grandes del mundo.
Este es un muelle multipropósito que se construye para poder recibir diferentes tipos de tráficos portuarios ahora y en el futuro. Actualmente, la prioridad se destinarlo a la actividad crucerista y se espera que entre en funcionamiento a mediados del año próximo. En un futuro, la nueva infraestructura también podría
ampliar servicios para sólidos a granel y otros tipos de mercancías.