La siderúrgica Acerinox ha obtenido beneficios, después de impuestos y minoritarios, de 31 millones de euros entre enero y septiembre de 2020 pese al impacto de la crisis derivada de la pandemia del Covid y a verse afectado por el deterioro de activos de Bahru Stainless por importe de 43 millones de euros, que se realizó en el segundo trimestre.
La producción de acería del Grupo Consolidado de estos tres trimestres disminuyó un 9% en comparación con el mismo periodo del año anterior, pasando de 1,7 millones de toneladas en 2019 a 1,5 este año. Durante el tercer trimestre, las fábricas del Grupo produjeron un 21% más de toneladas que en el segundo, hasta las 538.467. El Grupo registró, entre julio y septiembre, un resultado positivo de 28 millones.
La facturación entre enero y septiembre (3.451 millones), en un año evidentemente marcado por los efectos sociales y económicos de la pandemia, sólo se redujo un 6% respecto a 2019.
El EBITDA ajustado de los nueve primeros meses, 267 millones euros, fue sólo un 8% inferior gracias a la incorporación de VDM y a la reducción de costes acometida.
Acerinox mostró una gran capacidad de reacción desde el inicio de la pandemia, tomando las medidas necesarias para priorizar la salud y la seguridad de sus empleados.
En paralelo, la gestión financiera de la compañía se enfocó a la generación de caja, el aumento de la liquidez y a la intensificación de la reducción de costes y del circulante en todas las unidades operativas.
En cuanto a las previsiones, la compañía asegura que la visibilidad es limitada. Pero la reactivación de diversos sectores y nuestra cartera de pedidos nos hacen esperar un EBITDA en el cuarto trimestre en línea con el tercero a pesar de las múltiples incertidumbres: evolución de la pandemia, elecciones en EE UU y el Brexit.