La Ciudad Autónoma de Ceuta deja atrás una de las semanas más duras desde que se declaró la crisis del coronavirus, completando jornadas de mucha preocupación por el número creciente de casos, como ocurrió el pasado viernes, alcanzando la peor en cuanto a positivos desde el inicio de la pandemia con 78 nuevos casos, que han provocado que más de 1.000 personas permanezcan confinadas. Cabe recordar que desde el inicio de la crisis, la autonomía ceutí ha sumado 1.239 contagios, con 14 fallecidos y 874 curados.
Esta situación hace que crezca la preocupación en ambos lados del Estrecho, permaneciendo muy atentos a los movimientos dados por sus máximos responsables durante los últimos días, en relación a las medidas drásticas a adoptar para evitar la propagación de los contagios entre la ciudadanía.
Incluso, a mediados de semana, se rumoreó que el Gobierno que encabeza Juan Vivas barajaba la opción de aplicar más restricciones en la entrada y salida de la población con destino a la península, ya que el paso fronterizo con Marruecos permanece cerrado desde mediados del pasado mes de marzo.
Indudablemente, en Algeciras esa preocupación y dudas se han dejado sentir en los cientos de viajeros (miles durante el fin de semana) que cruzan de un lado a otro por motivos familiares, de estudio y trabajo. Muchos de ellos han permanecido muy pendientes de los pasos dados desde el ejecutivo caballa para saber si corrían riesgo de quedarse en uno u otro lado por culpa de las prohibiciones que pudieran establecerse en cuanto a la movilidad personal.
También han estado pendientes las distintas compañías que operan esta línea marítima, la única de pasajeros que se mantiene en la zona del Estrecho de Gibraltar, donde los tráficos han experimentado un descenso histórico debido a la COVID-19, fundamentado en el estado de alarma decretado desde mediados de marzo hasta finales de junio, situación que ha destrozado los planes económicos de las navieras, que esperan que no vuelva a repetirse en lo que resta de año, aun siendo conscientes de que el 2020 está perdido, igual que la OPE del pasado verano y el mini dispositivo que se prepara habitualmente para la navidad por culpa del virus.