Costa Cruceros ha vuelto a zarpar con el Costa Smeralda desde Savona. El buque insignia de la compañía, propulsado por GNL, la tecnología de propulsión más avanzada para reducir las emisiones en la actualidad es el tercer barco de Costa en reanudar sus operaciones, tras el Costa Deliziosa y el Costa Diadema.
Costa Smeralda ofrecerá itinerarios de una semana y saldrá en cinco ocasiones desde Savona, del 10 de octubre al 7 de noviembre de 2020. Estos cruceros estarán dedicados a redescribir, de forma segura, lo mejor de Italia, haciendo escalas en La Spezia, Cagliari, Nápoles, Messina y Civitavecchia (Roma).
Estas salidas representan el regreso a casa del Costa Smeralda tras la pausa de sus operaciones debido a la emergencia sanitaria causada por el Covid19
Estas salidas representan el regreso a casa del Costa Smeralda tras la pausa de sus operaciones debido a la emergencia sanitaria causada por el Covid19, ya que Savona ha sido siempre el puerto de origen de este barco desde que realizó su primer crucero el 21 de diciembre de 2020, tras haber salido del astillero Meyer en Turku en el que fue construido.
El embarque de los huéspedes en Costa Smeralda desde Savona se ha llevado a cabo de acuerdo con los procedimientos establecidos en el Protocolo de Seguridad de Costa, que incluye nuevas medidas operativas en respuesta a la situación de la COVID-19, tratando todos los aspectos de la experiencia del crucero tanto dentro como fuera del barco.
Dicho protocolo elaborado por la compañía junto con un panel de expertos científicos, contiene nuevas medidas adaptadas en respuesta a la situación del COVID-19 y que están en consonancia con las directrices definidas por las autoridades italianas y europeas pertinentes. A su llegada a la terminal de Palacrociere, con horarios de entrada escalonados en función de un registro online, se tomó la temperatura de cada huésped, tuvieron que completar un cuestionario de salud y se le sometió a una prueba rápida de hisopado de antígenos, con la posibilidad de una prueba adicional de hisopado molecular para cualquier caso sospechoso. Antes de embarcar, los miembros de la tripulación también se realizaron una prueba de hisopado molecular y estuvieron en cuarentena durante los 14 días previos. Además, cada miembro de la tripulación tendrá una prueba mensual.
A partir de la primera parada en La Spezia, los destinos del itinerario de Costa Smeralda pueden visitarse únicamente a través de las excursiones protegidas organizadas por la empresa para pequeños grupos de personas en medios de transporte desinfectados, y sujetos al control de temperatura antes de salir y al volver a subir al barco. Los servicios y entretenimientos a bordo se han rediseñado en función a los procedimientos del Protocolo de Seguridad, pero siguen conservando las características distintivas de las vacaciones en un crucero de Costa, gracias en parte al distanciamiento físico que permite la capacidad reducida del barco. Algunos ejemplos de la nueva oferta de ocio son: repetición de las actuaciones de los espectáculos en directo para audiencias más reducidas; cambio de los restaurantes de buffet a servicio en mesa; capacidad reducida y distancia mínima entre las mesas del teatro, sala de espectáculos, bares y restaurantes; entrada escalonada para algunas instalaciones como el spa, las piscinas y el miniclub para niños, con un número limitado de personas permitidas en cualquier momento. Además, se ha incrementado la limpieza e higienización de todas las áreas a bordo, incluidos los camarotes, y se han ampliado los servicios sanitarios a bordo. Otras medidas de salud y seguridad son el uso de mascarillas siempre que sea necesario, dispensadores con desinfectante de manos en todo el buque y la introducción de quioscos de autoservicio con termómetro.
Costa Smeralda es una verdadera “ciudad inteligente” itinerante, en la que se aplican tecnologías sostenibles y conceptos de economía circular para reducir el impacto ambiental. Todo ello, gracias al uso del GNL que es la tecnología actual más avanzada para reducir las emisiones. El buque elimina casi por completo las emisiones de óxidos de azufre (cero emisiones) y de partículas (reducción del 95-100%), disminuyendo significativamente las emisiones de óxidos de nitrógeno (reducción directa del 85%) y de CO2 (reducción de hasta el 20%). Además, la necesidad diaria de agua de la embarcación se satisface en su totalidad mediante la transformación directa del agua de mar a través del uso de plantas desalinizadoras. El consumo de energía también se reduce al mínimo gracias a un sistema inteligente de eficiencia energética y, además, a bordo se lleva a cabo una recogida separada de residuos al 100%, reciclando materiales como el plástico, el papel, el vidrio y el aluminio.