El Servicio de Emergencias 112 del Gobierno de Cantabria, dependiente de la consejería de Presidencia, Interior, Justicia y Acción Exterior, ha coordinado en los meses de verano (del 20 de junio al 22 de septiembre) un total de 308 dispositivos de emergencia en la costa y las playas de la región, lo que supone un incremento del 28 por ciento en el número de asistencias realizadas.
En el mismo periodo del año anterior fueron 241 las incidencias coordinadas por el Servicio de Emergencias del Gobierno de Cantabria en costa y playa, 67 menos que en la presente campaña, según ha informado el Gobierno regional en nota de prensa.
Este aumento se enmarca en una temporada estival atípica, marcada por las exigencias sanitarias contra el COVID-19, que ha llevado a un aumento general de las actividades realizadas por la población al aire libre.
De los 308 requerimientos de ayuda recibidos este verano, 293 se corresponden con asistencias en playas y 15 en áreas de costa y acantilado.
Estas últimas han respondido fundamentalmente a la caída de personas en zonas rocosas o de rompiente; mientras que las peticiones de auxilio efectuadas desde los arenales se han producido en 103 ocasiones por asistencias sanitarias, en 60 casos por personas con problemas en el agua, en 46 por accidentes de diferente tipología como caídas o golpes, 28 llamadas han sido por peligro para bañistas, 18 por desapariciones, 10 activaciones derivaron de personas aisladas por el agua, otras 10 de embarcaciones o tablas a la deriva y se registraron 6 avisos de ahogamiento. Las 12 movilizaciones restantes se engloban en un apartado genérico fuera de las categorías mencionadas.
Para resolver los incidentes se ha precisado en 193 ocasiones la actuación de los servicios de vigilancia en playas, en 143 la asistencia sanitaria de personal del servicio de urgencias 061 del Ejecutivo, en 12 ocasiones la intervención de bomberos autonómicos con base en Valdáliga y Laredo y bomberos municipales de las localidades de Santander y Torrelavega, y 19 de ellas han requerido de la presencia del equipo de rescate del helicóptero de la Dirección General de Interior del Gobierno.
Como apoyo a los operativos también han sido movilizados a la franja litoral policías locales, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, Salvamento Marítimo y Agrupaciones de Protección Civil.
Como apoyo a los operativos también han sido movilizados a la franja litoral policías locales, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, Salvamento Marítimo y Agrupaciones de Protección Civil.
Por meses, agosto presenta una mayor incidencia de sucesos acontecidos en la costa y las playas cántabras con un total de 124, seguido de julio con 98, septiembre con 55 y junio con 31, si bien en estos dos últimos se contabilizan diez días menos correspondientes a la primavera y el otoño, respectivamente.
Centrando el análisis en el territorio, la zona oriental ha necesitado intervenciones en 134 ocasiones, registrando el mayor número de incidentes el municipio de Noja, con 33 movilizaciones, seguido de Arnuero con 26, Laredo con 24 y Santoña con 23.
En el área central de la región se han contabilizado 67 actuaciones, de las que 30 han sido en Ribamontán al Mar y 27 en Santander.
Por su parte, la Cantabria occidental requirió de la movilización de servicios de emergencias por parte del 112 en 107 ocasiones, siendo los municipios con más peticiones de ayuda Miengo, que contabiliza 25; San Vicente de la Barquera, con 24; y Piélagos, al que se acudió en 19 ocasiones.
En un verano de «intenso» trabajo, «complicado» por la crisis sanitaria, la consejera de Presidencia, Interior, Justicia y Acción Exterior, Paula Fernández, responsable de los servicios de emergencias de la Administración, ha agradecido el «gran esfuerzo realizado» por los efectivos, tanto del propio Ejecutivo como del resto de administraciones y organizaciones sin ánimo de lucro que operan en la región.
Para la consejera, el trabajo de los servicios de emergencias de Cantabria es «excelente» gracias a la «voluntad, dedicación y compromiso de todas las personas que velan por nuestra seguridad todos los días del año».
«La atención de incidencia es siempre una tarea dura, tanto física como emocionalmente, y este verano ha incrementado su complejidad por la crisis provocada por el COVID, sin que se haya mermado la calidad asistencial de quienes han necesitado ayuda».
Por este motivo, ha reiterado su «felicitación y reconocimiento» a quienes han hecho posible atender un 28 por ciento más de incidentes en un «complejo» escenario marcado por la pandemia.