El Puerto de Tarragona ha eliminado una fábrica de cemento y en su lugar se crean instalaciones de almacenamiento de cereales a granel y otras de proyectos de grandes dimensiones (project cargo), según informa la Autoridad Portuaria.
El consejo de administración ha autorizado la compraventa de la concesión entre dos compañías privadas con la obligatoriedad de desmontar la fábrica de cemento.
Ership ha adquirido la concesión de 34.070 metros cuadrados, realizará una inversión de 2,45 millones de euros y dedicará cerca de un millón a la mejora de la nave existente, de 11.567 metros, y, un millón y medio a la construcción de una nueva nave de 7.452 metros.
Las obras implicarán que se pueda incrementar el tráfico de cereales en aproximadamente 200.000 toneladas anuales.
La compañía renuncia a unos 6.000 metros cuadrados de superficie no construida, que permitirá que la empresa Schwartz Haumont Puerto, situada cerca, pueda optar a ampliar su actividad empresarial de fabricación y montaje de grandes estructuras industriales. Mediterráneo.
La fábrica de cemento data del 2008 -el sector privado invirtió 10 millones de euros- y la concesión vence este año, con posibilidades de ampliación hasta el 2040, pero a partir de la crisis del 2008, nunca ha entrado en funcionamiento.
Su desmontaje, según el presidente de la APT, Josep Maria Cruset, da cumplimiento al Plan de sostenibilidad del puerto, que ambiciona lograr la eliminación del 99% de la huella del CO2 en el año 2030.
Tiene un elevado impacto sobre el paisaje que desaparecerá y, a pleno rendimiento, podría haber emitido hasta 7.287,84 toneladas de CO2 por año y un tráfico de 5.200 camiones anuales.