El sector pesquero español ha iniciado el curso 2020-2021 con mucha preocupación por el impacto de la pandemia en las ventas y en los precios, los límites de días en el mar para la flota del Mediterráneo y el Brexit, entre otros desafíos.
Armadores, cofradías y pescaderías muestran, en declaraciones a Efe, su inquietud por el efecto de la covid-19 en la economía y en el consumo, que ya se ha reflejado en las caídas de precios de numerosas especies por los cierres de hostelería.
Otra consecuencia es el problema de relevos de tripulantes que se encuentran en aguas lejanas desde meses y que no han podido ser repatriados por restricciones a causa del coronavirus, como ocurre con barcos de pabellón español en Angola o la Polinesia Francesa, según el secretario general de la patronal de armadores Cepesca, Javier Garat.
En tierra, el presidente de la Federación Nacional de Cofradías Pesqueras (FNCP), Basilio Otero, afirma que las ventas en verano fueron mejor de lo esperado, tras una primavera muy negativa, pero si avanza la pandemia y con ella los cierres de hoteles y restaurantes, los precios «no se van a recuperar».
La flota y las pescaderías (representados por Fedepesca) miran ya con preocupación a la campaña de Navidad -momento del año clave para la venta de pescado y de marisco-, por los confinamientos y por la pérdida de poder adquisitivo de los ciudadanos.
Mariscos, pez espada o pescados de mayor tamaño -como lubinas, rodaballos o rape- tienen salida comercial sobre todo para la hostelería y ahora cotizan bajo.
El sector ha solicitado bajar el IVA que grava el pescado actualmente del 10 % al 4 % (tipo aplicado a productos básicos como el pan o la leche).
PESCA EN EL MEDITERRÁNEO. Los representantes de la flota incluyen entre sus mayores preocupaciones la nueva orden ministerial sobre la pesca en el Mediterráneo, con nuevos límites a los días en el mar para buques de arrastre, con el fin de recuperar los caladeros.
Garat ha apuntado que hay problemas con los cálculos de los días y “sigue habiendo fallos” , mientras que Otero ha resaltado los temores por “las posibles reducciones para el año que viene que hay encima de la mesa”. La normativa afecta a 586 embarcaciones y 17.000 puestos de trabajo, de acuerdo con la patronal.
Para Cepesca también es urgente solucionar los problemas para la venta de marrajo dientuso, extraído “legalmente” y congelado en almacenes o bodegas de barcos.
Las cofradías han aludido, además, al “problemón” que supone la abundancia de atún rojo, sin que haya cuota para pescarlo, y han solicitado un incremento de los cupos de túnidos para los buques de bajura del norte y de Canarias.
Otro problema creciente es el de las algas invasoras en el Estrecho, aguas cercanas a Portugal o Motril (Granada).
En diciembre, el Consejo de Ministros de la Unión Europea (UE) negociará las cuotas del Atlántico para 2021.
BREXIT Y OTROS RETOS INTERNACIONALES. Londres y Bruselas encaran esta semana la última ronda de negociaciones programada para evitar un Brexit sin acuerdo y la pesca es una de las cuestiones más tensas.
Esta incógnita preocupa a la flota, que ha pedido “un plan de contingencia” para que el 1 de enero sepa cómo afrontar la situación, de acuerdo con Cepesca.
Por otro lado, la UE debate el futuro del Fondo Europeo Marítimo y Pesquero (FEMP) post 2021 y las estrategias “De la Granja a la Mesa” y de Biodiversidad; el sector ha criticado esta última, que plantea ampliar las áreas de protección marina y reducir el arrastre. EFE