El operador logístico Bergé ha puesto en marcha su nuevo proyecto de terminal automatizada y que estrena en el puerto de Bilbao, actuando como modelo de referencia para el resto de puertos de España donde está presente.
Localizada en la terminal 2 del muelle de Santurce, esta infraestructura incorpora importantes avances tecnológicos con el objetivo de reducir los tiempos de espera y mejorar la experiencia de clientes, armadores, fabricantes, embarcadores y receptores de mercancía. Pero además de agilizar el proceso, contribuye a cumplir con las recomendaciones del protocolo por COVID-19 de distancia de seguridad y de reducir el contacto de superficies, con nuestras propias manos.
El acceso a la terminal será desde dos puntos diferenciados, uno para vehículos particulares, empleados y visitas y, otro, el buffer de camiones para transportistas. Ambos cuentan con tecnología para el control y monitorización de las entradas y salidas de vehículos industriales o el pesaje en básculas con emisión inmediata de albaranes e información “just in time” de forma automatizada.
Otra de las mejoras, es la implantación de un nuevo sistema ERP de gestión de mercancías y que inicialmente se aplicará a mercancías unitizadas, si bien en el futuro se extenderá a otros productos.
Con estas nuevas instalaciones, Bergé da respuesta a los requerimientos del nuevo Código Aduanero de la Unión (CAU) y ofrece mayor seguridad, tanto a las personas como a las mercancías custodiadas, aplicando estándares OEA (Operador Económico Autorizado).
Asimismo, y como parte de su propio Sistema de Gestión Bergé, asegura en todos sus procesos los estándares de calidad, medioambiente, prevención, seguridad y salud en el trabajo con un seguimiento de todos los indicadores para la prestación del mejor servicio. En este sentido, se mejora la información sobre emergencias y se solicita su compromiso con el cumplimiento de normas de Prevención de Riesgos Laborales, todo ello antes de entrar a la instalación.
En el puerto de Bilbao, esta compañía cuenta, en total, con tres terminales en las que cada año opera casi cuatro millones de toneladas y consigna alrededor de 800 buques.
Esta inversión, junto con la colaboración de la compañía de ingeniería IDOM y la Autoridad Portuaria de Bilbao, le permite disponer de un recinto cerrado y exclusivo para sus clientes, con más de 125.000 m² descubiertos y 36.000 m² de almacenamiento cubierto que se dividen en seis espacios. Entre los que destacan los 7.500 m² semiautomatizados y con grúas puente del almacén número 2 en el espigón 2 para un mejor cuidado de las bobinas que alberga en su interior y un servicio al cliente más eficiente.