Última semana para la creación de una plataforma que sirva de apoyo en el diagnóstico, predicción y toma de decisiones en la gestión ambiental de la Bahía de Algeciras, mediante la obtención de datos, en tiempo real, acerca de la huella ambiental que deja la actividad portuaria en su entorno (calidad del aire, del agua, acústica, lumínica y odorífera) y la identificación de problemas asociados con la logística de la industria que está presente en el interior del recinto portuario y en las áreas cercanas. Se trata del reto «Challenge IOT», lanzado por la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras (APBA) con el objetivo de orquestar el desarrollo de proyectos de excelencia aplicados a entornos estratégicos y basados en problemáticas reales y cuyo plazo para la presentación de candidaturas concluye el día 10 de septiembre.
A lo largo de la historia, las grandes transformaciones industriales y el desarrollo del comercio internacional han producido muchas consecuencias positivas, por el aumento de riqueza y nivel de vida, pero también han conducido a una preocupante degradación medioambiental con el aumento de la concentración de gases de efecto invernadero, los hábitos de consumo insostenibles, y muchas otras presiones sobre la capacidad de recursos de la tierra. En este escenario de crecimiento y globalización, el sector del transporte en general y los puertos en particular tienen un papel relevante, ya que su actividad tiene un impacto importante en el medio ambiente. Según datos del Informe sobre el Transporte Marítimo 2019 publicado por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD, por sus siglas en inglés), aproximadamente el 80% del comercio mundial es transportado por mar (11.000 millones de toneladas en 2019) con una flota global de más de 95.000 buques.
Dentro de los efectos negativos de la actividad marítima y portuaria, resulta especialmente sensible la contaminación del aire proveniente de las emisiones de los buques, dado el alto volumen de toneladas de partículas (PM), óxidos de azufre (SOx), óxidos de nitrógeno (NOx) y dióxido de carbono (CO2), que contienen (Según el Tercer estudio de la OMI sobre los Gases de Efecto Invernaderoel transporte marítimo emite alrededor de 1.000 millones de toneladas de CO2cada año, aproximadamente un 2,5% del total global los GEI).
En este sentido, la regulación internacional y local viene ejerciendo una presión creciente en el sector marítimo para reducir este tipo de contaminación a través de diferentes herramientas como, por ejemplo, el convenio MARPOL, el cual establece, entre otros, el esquema regulatorio para alcanzar una progresiva reducción en las emisiones de NOxy SOx provenientes de los buques y que representan los riesgos más importantes para el medio ambiente y la salud de los seres humanos. Además, organizaciones como la Organización Marítima Internacional (OMI)o la Organización Europea de Puertos Marítimos (ESPO por sus siglas en inglés) también están implantando medidas reguladoras y lanzando recomendaciones de actuación en este ámbito. Concretamente, la Norma IMO 2020 que entró en vigor el pasado 1 de enero de 2020, obliga a los barcos a emplear fuel oil con un contenido máximo de azufre del 0.5% masa/masa frente al actual 3.5% para reducir las emisiones de óxido de azufre, una sustancia que contribuye a la contaminación ambiental y a la destrucción de la capa de ozono.
La Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras está sensibilizada y convencida de que el crecimiento y el funcionamiento de sus Puertos debe de acomodarse con el de las ciudades vecinas y la naturaleza
La Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras está sensibilizada y convencida de que el crecimiento y el funcionamiento de sus Puertos debe de acomodarse con el de las ciudades vecinas y la naturaleza. Se trata por tanto de una visión en la que la relación puerto/naturaleza/entorno es vista desde una posición proactiva y de largo plazo, y en la que, más allá de las exigencias estrictamente legales, se desean desarrollar otras iniciativas que ayuden a reducir el impacto que la actividad portuaria tiene sobre el medio ambiente y la salud de las personas, tanto de los propios trabajadores como delos habitantes de su entorno inmediato. En cualquier caso, para poder diseñar e implementar estas iniciativas de mejora medioambiental, desde la APBA se considera clave disponer de información actualizada y de calidad que apoye al proceso de toma de decisiones y permita conocer la evolución y el impacto de las medidas preventivas y correctivas llevadas a caboen el ámbito medioambiental.
En este sentido, pretende encontrar aliados y soluciones tecnológicas innovadoras que le permitan obtener datos, en tiempo real, sobre del impacto ambiental que tiene la actividad portuaria en su entorno (calidad del aire y del agua y contaminación acústica, lumínica y odorífera), así como identificar problemas asociados con la logística de la industriaque está presente en el interior del recinto portuario y en las áreas cercanas. Por otro lado, se considera fundamental poder combinar la información obtenida con los modelos del medio físicodisponibles con el fin de analizar la dispersión de los contaminantesy su impactoen la población y naturaleza cercana.
En concreto, se busca que las empresas andaluzas aporten soluciones con tecnología FIWARE a los retos que tienen las Administraciones Públicas en su entorno en cualquiera de los siguientes sectores: smartcity, smartports, smart logistics, industry 4.0, smart agrifood o e-Health.
Challenge IOT consta de dos fases de ejecución. Durante la primera fase, FIWARE ZONE selecciona hasta dos retos promovidos por Administraciones Públicas que son previamente presentados y valorados por un tribunal experto. Durante la segunda fase, empresas y emprendedores presentan sus candidaturas para aportar las soluciones a los retos ganadores mediante tecnología FIWARE.
Las empresas o emprendedores seleccionados para los retos tienen así la oportunidad de desplegar sus soluciones junto a los challengers gracias a la iniciativa FIWARE ZONE y pilotarlos en el ámbito geográfico correspondiente contando además con una dotación económica que lo haga posible.
Actualmente, y como resultado de las actuaciones en innovación realizadas por la APBA (proyectos SAMPAy SAFEPORT), ya se dispone de un sistema de información océano-meteorológica de alta resolución que proporciona datos históricos, en tiempo real y predictivos en las Áreas Operativas de Interés (AOIs). Dicha información se proporciona a través del Cuadro de Mando Ambiental (CMA), aplicación web (https://cma.puertos.es) orientada al usuario portuario que, además de proporcionar los datos en tiempo real y las predicciones, aglutina el resto de las herramientas de apoyo al diseño y explotación portuaria.Por otro lado, destacar que la compañía holandesa Vopak, en colaboración con la APBA, ha puesto en marcha una redde monitorización y control de olores en su terminal de almacenamiento de productos petrolíferos.
La medida ha consistido en instalar diversas narices electrónicas por el recinto con el objetivo de detectar los cambios en la composición del aire identificando la presencia de sustancias extrañas y como posible motivo de olores perceptibles por la población. En este sentido, se podría valorar la integración de los datos existentes en la nueva plataforma sin necesidad de realizar nuevas instalaciones de este tipo concreto de detectores.