Voluntarios de la plataforma Salvemos Rinconcillo han distribuido este sábado miles de pasquines en los que reclaman la construcción de diques sumergidos para evitar la pérdida de la arena de esta playa algecireña y del paraje natural protegido Marismas del Palmones. El cordón dunar y todo este espacio están seriamente afectados y en peligro por la alteración de la dinámica de las mareas, con el consiguiente riesgo para el hábitat de decenas de especies animales y vegetales.
«El grave deterioro motiva que las actuaciones a emprender sean de urgencia y no basta con la petición de subvenciones a la Unión Europea porque no queda tiempo. Es la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras, que encargó recientemente un estudio sobre esta cuestión a la Universidad de Cantabria, la que debe actuar con absoluta inmediatez. La Junta de Andalucía, por su parte, debe ser plenamente consciente de que el espacio natural bajo su competencia debe ser salvaguardado y restaurado así como el Ayuntamiento de Algeciras saber que una de las dos playas con las que cuenta la ciudad se está perdiendo claramente», expone la plataforma en sus redes sociales.
Salvemos Rinconcillo ha solicitado y espera reuniones con responsables de las tres instituciones mencionadas.
En los pasquines aparece el siguiente texto: «Salvemos Rinconcillo. Pon tu granito de arena. No dejemos que se pierda nuestra playa. Diques sumergidos ¡Ya!». A estos mensajes, colocados en varios centenares de vehículos de los bañistas, se unen otros de mayor tamaño y a color en forma de carteles que los establecimientos comerciales del barrio han accedido gentilmente a colocar en sus escaparates para colaborar en esta causa.
El colectivo pide respaldo y seguimiento de las novedades que puedan producirse a través de sus redes sociales (@salvemosrinconcillo en twitter, instagram y facebook). Esta actividad ha sido llevada a cabo en los aparcamientos de la última parada de la línea 3 del autobús urbano y el bar Botavara; en la plaza Virgen del Carmen, en los estacionamientos del entorno de la urbanización Porto Albo y frente a Casa Brígida.