Un grupo de cuatro ballenas que navegaban por las inmediaciones del puerto de Barcelona, llegaron a interrumpir, durante minutos, el tráfico marítimo, ante el riesgo de colisión de algunas embarcaciones de recreo, principalmente, con los cetáceos.
Los rorcuales -tres ejemplares adultos de unos 25 metros cada uno más una cría de unos 10 metros- llegaron a estar a unas dos millas de la costa de Badalona, cuando fueron avistados por La tripulación de una embarcación de la Unidad de Playas de la Guardia Urbana, que investigaba una corriente de agua que había empujado a dos personas mar adentro unos minutos antes, sin mayores consecuencias.
La patrulla de la Urbana intentó que las ballenas se fuesen mar adentro, pero la operación no resultó ya que los animales viraron hacia el puerto de Barcelona, generándose una situación de cierto peligro tanto para los mamíferos como para las naves, lo que obligó a paralizar toda actividad marítima en la zona portuaria.
Los cetáceos abandonar la zona, después de casi dos horas de estancia en la zona de grandes buques del puerto catalán.