Las obras de acondicionamiento del fondeadero del puerto pesquero de Almería, que realiza la Autoridad Portuaria, avanzan a buen ritmo. La UTE ‘Fondeadero Almería’ –integrada por las empresas Transformaciones y Embalses Parra y Grupo Copsa- ha comenzado esta semana los trabajos de instalación de los pantalanes flotantes que permitirán acoger 40 atraques de pequeñas embarcaciones pesqueras de artes menores.
Con este proyecto, que se enmarca en el programa de actuaciones para la ordenación e integración del puerto pesquero, se optimizará la comercialización de los productos pesqueros y se incrementará la eficiencia energética de las instalaciones, según el presidente de la APA, Jesús Caicedo, quien destaca, además, «la notable mejora de las condiciones laborales y de seguridad de los pescadores de la modalidad de artes menores que acuden a vender a la Lonja de Pescado».
Para la ejecución de esta actuación –cuyo presupuesto asciende a casi 789.000 euros (IVA excluido)-, la APA cuenta con una subvención del Fondo Europeo Marítimo y de la Pesca (FEMP) y de Junta de Andalucía, que supone el 80% de la inversión total. Jesús Caicedo valora el apoyo del Gobierno andaluz y resalta el interés que desde un primer momento mostró por el proyecto la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible.
CARACTERÍSTICAS. La línea de fondeo que se está instalando es elástica, y para su anclaje se están empleando bloques hormigón de 3 toneladas de peso. Las pasarelas de acceso a los pantalanes son de seis metros de largo por uno de ancho, con perfiles de aluminio naval y pavimento ‘twinwood’ de material reciclado. En cuanto a la conexión de la cabeza de cada uno de los dos pantalanes a la escollera es para cinco toneladas de tiro, compuesta por argollas, cadenas, anclajes y grilletes galvanizados.
Se ha previsto dar servicio de toma de corriente eléctrica con una clavija de enchufe para cada embarcación, mientras que se instalarán dos tomas de agua por cada torreta.
Antes de la colocación de los pantalanes flotantes, la UTE ha llevado a cabo la ordenación de la zona, con la reconstrucción del anterior frente de costa, que era muy irregular. Para ello, ha construido una escollera de cerramiento en alineación recta de 225 metros de longitud, con un talud que permite la disipación de la energía del oleaje y evita la reflexión del posible oleaje hacia el interior del resto de la dársena pesquera.