El Puerto de Barcelona reducirá en un 67% el consumo eléctrico en el área PIF, el punto de inspección en frontera, lo que permitirá reducir en 138.000 kilogramos al año las emisiones de dióxido de carbono, según ha explicado en un comunicado este martes.
El proyecto de renovación energética en el área PIF consistirá en instalar placas fotovoltaicas y cambiar los equipos de iluminación a tecnología LED y los sistemas de control y monitorización para la regulación climática del edificio.
Las nuevas placas fotovoltaicas se calcula que permitirán un autconsumo directo de 233.000 kilovatio hora por año (kWH/año), cifra que equivale al 40% del consumo del edificio.
Para llevar a cabo este proyecto de eficiencia energética, el Puerto de Barcelona ha recibido apoyo del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), que ha contribuido con más de 256.000 euros – el 50% del proyecto -, y el resto del presupuesto será asumido por el enclave portuario.
Este proyecto se enmarca dentro de la renovación energética de los edificios e infraestructuras de la Administración General del Estado y se estima que el retorno de la inversión total realizada se obtenga en unos siete años.
PROCESO DE TRANSICIÓN. El Puerto de Barcelona trabaja actualmente en un proceso de transición energética para conseguir un modelo basado en energías renovables, en cumplimiento con los objetivos fijados en la Unión Europea (UE) y la Organización Marítima Internacional (OMI), que buscan reducir las emisiones en 2030 y 2050.
Las principales actuaciones que se están realizando en el Puerto de Barcelona consisten en impulsar la generación de energías renovables en la zona portuaria; promocionar combustibles de cero emisiones, y la electrificación de los muelles para permitir la conexión eléctrica de los barcos, entre otras.