La operadora japonesa del carguero MV Wakashio ha confirmado que el vertido ocurrido al encallar su barco el mes pasado en la isla de Mauricio – en el océano Índico, al este de Madagascar – ha dejado una mancha de 1.000 toneladas de combustible, según ha confirmado el vicepresidente de la naviera Mitsui OSK, Akihiko Ono.
«Lo sentimos enormemente», ha declarado durante una rueda de prensa en Tokio, en plena emergencia medioambiental por el vertido en este paraíso natural. El barco encalló el pasado 25 de julio pero no fue hasta el jueves cuando comenzó a derramar parte de sus 3.800 toneladas de combustible.
El primer ministro de Mauricio, Pravind Jugnauth, ha declarado el estado de emergencia en la zona y ha comenzado a trabajar codo con codo con otra proveedora del barco, Nagashiki Shipping.
Dada la incapacidad para reflotar el navío por las malas condiciones del mar, la idea pasa ahora por recoger la mayor cantidad de combustible posible con la ayuda de un equipo de expertos japoneses, informa la agencia oficial de noticias japonesa, Kyodo.
Mientras los residentes locales se esfuerzan por eliminar el combustible derramado del mar, el Gobierno de Mauricio ha pedido ayuda a Francia y Naciones Unidas para hacer frente al desastre.
El equipo japonés saldrá el lunes del país en dirección a la isla mientras el Ministerio de Exteriores nipón se ha sumado a las disculpas y reconocido la gravedad del problema.
«El accidente podría tener un impacto grave en el medio ambiente y la industria turística de Mauricio», ha explicado el Ministerio en un comunicado. «Esperamos que esta asistencia contribuya a la recuperación del medio ambiente de Mauricio y la prevención de la contaminación marina», ha añadido.