Embarcar sin recurrir al móvil, cada vez más difícil

La mayoría de las navieras que operan en el Estrecho impulsan el uso de los dispositivos para comprar y canjear los billetes, sin necesidad de pasar por la taquilla, donde está prohibido vender

La crisis del coronavirus ha provocado que las compañías que operan en el Estrecho de Gibraltar se hayan visto obligadas a reforzar algunas medidas que ya se habían puesto en marcha antes de la pandemia y que facilitan el embarque a sus clientes.

El papel, como ocurre en otros aspectos de la vida actual, va perdiendo protagonismo a pasos agigantados en favor de las pantallas de los dispositivos móviles. De unos meses hasta ahora, se ve más habitual que en los controles de acceso a los barcos los pasajeros, en vez de mostrar su tarjeta de embarque, la lleven ya en el móvil, una vez que ha formalizado previamente su reserva por internet o teléfono, sin la necesidad de tener que pasar por las taquillas de la distintas navieras.

Algunas de ellas ya cuentan con aplicaciones que en apenas un par de minutos permite realizar la reserva, abonarla con tarjeta de crédito y, automáticamente, recibir, vía correo electrónico, mensaje SMS o de wthasapp, el código que le permita el acceso al buque.

Esto agiliza la operativa, evitando largas colas y permitiendo a los viajeros llegar al puerto con la tranquilidad de tener asegurada su plaza en el buque deseado, sin las prisas de última hora. Pero también va en detrimento del personal de estas navieras, que, aprovechan la tesitura y estos adelantos tecnológicos para reubicar e incluso prescindir de algunos de sus trabajadores.

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