Después de presentar el Ayuntamiento de Algeciras el proyecto de la Playa de Los Ladrillos y el Lago Marítimo, desde Verdemar Ecologistas en Acción «consideramos que es fundamental abrir canales para que circulen las corrientes de agua del mar hasta la Dársena del Saladillo. Esto facilitará el transporte de áridos y evitará en parte la pérdida acelerada del litoral», defiende el colectivo.
Los conservacionistas recuerdan que el consistorio algecireño «estudia las opciones para solucionar los olores existentes en la dársena de Los Ladrillos conforme al estudio realizado por una ingeniería externa contratada por la empresa municipal de agua de Algeciras, Emalgesa, días antes de que se decretase el estado de alarma».
Según explican «estas actuaciones se enmarcan dentro del proyecto del Lago Marítimo, que cambiarán la fachada costera de Algeciras en la zona comprendida entre el Llano Amarillo norte y la Playa de la Concha. Aunque en el proyecto se pretende actuar también en las estaciones de bombeo de aguas residuales (EBAR) de La Concha y Virgen del Carmen y en el encauzamiento norte del río de la Miel; el estudio de alternativas se centra en la EBAR de Los Ladrillos, donde van a parar las aguas de un 14% de la población algecireñas», sostienen.
Así, «entre las opciones, se plantea la necesidad de ejecutar los dos grandes colectores de pluviales que recogerán el agua de lluvia desde San Bernabé para derivarla al encauzamiento norte del río de la Miel, descargando así de presión a los colectores de la calle Jacinto Benavente. Este proyecto, de más de 8 millones de euros, terminó de redactarse en 2018, pero sigue a la espera de licitación por parte del Ministerio de Transición Ecológica con cargo a los Presupuestos Generales del Estado de 2018, que se encuentran prorrogado», detalla Verdemar, que entiende «fundamental no frenar la aportación de arena y el flujo de agua puesto que mantendría la biodiversidad marina y por lo tanto la calidad del agua», concluye en un comunicado.