Con un total de 373 toneladas de atún rojo capturado, la almadraba de Tarifa ha cerrado la temporada, junto al resto de almadrabas de la provincia (Conil, Barbate y Zahara) que han capturado 2.048 toneladas.
El subdelegado del Gobierno en Cádiz, José Pacheco, ha destacado que, durante los meses más difíciles de la pandemia, los almadraberos se han visto obligados a trabajar de forma coordinada para conseguir que la campaña se haya desarrollado de forma plenamente satisfactoria y se haya pescado con responsabilidad la totalidad de las cuotas asignadas.
En la provincia la campaña se ha cobrado la captura de 2.421,13 toneladas de atún rojo, sumando las 373 toneladas de Tarifa; las 1.144,73 de Barbate; las 478,2 toneladas de Conil y las 425,2 de la almadraba de Zahara, teniendo en cuenta que la cuota inicial asignada era de 1.479 toneladas, que se han ampliado con la compra de otras 942.
Durante esta campaña, el servicio de inspección de pesca de la Subdelegación del Gobierno ha realizado 135 inspecciones en colaboración con el Servicio Marítimo de la Guardia Civil, alcanzando el 100% de las operaciones.
La fase previa de preparación, que se inicia en marzo, coincidió con el momento de mayor virulencia de la pandemia en España
Dado que la campaña de pesca empieza a finales de abril, la fase previa de preparación, que se inicia en marzo, coincidió con el momento de mayor virulencia de la pandemia en España. Afortunadamente, el trabajo responsable y concienciado de los trabajadores de las cuatro almadrabas gaditanas, unido a los esfuerzos del Gobierno de España en este sentido, han hecho que se minimicen los riesgos.
Las empresas de las almadrabas, junto con las industrias que en tierra “ronquean” y procesan el atún rojo en sus distintas presentaciones y como sector estratégico alimentario, adoptaron las medidas de prevención necesarias para proteger la salud de los trabajadores y salvaguardar el desarrollo de la campaña. Hay que tener en cuenta que los profesionales que trabajan en este arte milenario están muy especializados, siendo la experiencia y coordinación entre todos los pescadores imprescindible para poder llevara cabo las faenas de pesca y procesado.
Tanto ellos como las empresas han sido un ejemplo de responsabilidad y de trabajo bien hecho. Asimismo, los operadores y la Administración Central han facilitado los controles, permisos oportunos y autorizaciones de desplazamiento de las tripulaciones y de los dos buques procesadores japoneses que también participan en la campaña, recibiendo parte del atún en la mar, para que pudiesen realizar su trabajo en aguas españolas, con sólo un pequeño retraso en el inicio de las operaciones pero sin mayores contratiempos.
Por su parte, la Subdelegación del Gobierno en Cádiz mediante su Servicio de Inspección Pesquera ha alcanzado el objetivo marcado por la Secretaria General de Pesca de inspeccionar el 100% de todas las operaciones de pesca, descargas y trasferencias de atún rojo vivo para el engorde, de acuerdo con las obligaciones de control que marca la Comisión Europea. “No podemos olvidar que esta pesquería tan importante, pese a la magnífica recuperación del stock que ha experimentado la especie en los últimos años, sigue sometida a un estricto Plan de Ordenación Plurianual”, recuerda José Pacheco.
Para alcanzar este objetivo ha sido imprescindible la presencia del Patrullero Río Guadalete del Servicio Marítimo de la Guardia Civil que, actuando como buque de inspección, ha proporcionado a los inspectores de pesca el apoyo y medios necesarios para realizar las inspecciones en la mar.
Por último, José Pacheco ha asegurado que “un año más, el mejor atún rojo del mundo vuelve a estar en el mercado nacional e internacional, manteniéndose como referente gastronómico y cultural de Cádiz.