La consejería de Medio Ambiente y Servicios Urbanos de Ceua ha retirado, en las últimas horas, más de 10 toneladas de algas que se encontraban depositadas en todo el litoral de la Ciudad. Se trata de dejar las playas en las mejores condiciones ante la situación que el vietno de Levante ha generado en los últimos días, arrastrando gran cantidad de restos de esta especie hasta la costa.
Mientras tanto, a este lado del Estrecho de Gibraltar, la Delegación de Medio Ambiente del Ayuntamiento de San Roque se suma al Consistorio de Tarifa en la lucha contra el alga invasora, que afecta especialmente a las costas de este segundo municipio, provocando serios problemas a la imagen de las playas y especialmente al sector pesquero, con las consecuencias que supone para la economía de la zona.
Aunque por el momento es Tarifa quien más está sufriendo las consecuencias, los municipios costeros de la provincia de Cádiz han decidido sumarse al unísono para solicitar una reunión formal a la Diputación de Cádiz para tratar de buscar una solución. Esta reunión con Diputación se ha fijado para los primeros días de septiembre, y se espera que a partir de ahí el ente provincial y los ayuntamientos costeros gaditanos puedan buscar una serie de medidas para atajar este problema. “Aunque por ahora el alga invasora no afecta al municipio de San Roque, mostramos empatía con lo que está sucediendo en Tarifa. Además, asegura Juan Serván, concejal sanroqueño, «somos conscientes de que el alga invasora puede llegar a extenderse al resto de municipios costeros de la provincia de Cádiz, y cuanto antes encontremos una solución, antes podremos evitar consecuencias negativas como las que está sufriendo el municipio vecino”.
Este alga de origen asiático, la Rugulopteryx Okamurae, cubre aproximadamente el 80% del lecho marino del Estrecho de Gibraltar, y con la subida de las temperaturas se multiplica, hasta llegar a cubrir todo el litoral de la comarca y Ceuta, atacando con dureza al sector pesquero de la zona. En apenas un lustro incluso ha llegado a desplazar a las algas autóctonas del Parque Natural del Estrecho, lo que se considera un problema ecológico de importante magnitud.