Los conservacionistas entienden que en ningún momento se mantiene una distancia de seguridad mínima de 60 metros como indica el protocolo, que existe persecución de los grupos de cetáceos y además se causan molestias a los animales, cortándoles el rumbo incluso pasándoles por encima.
El Real decreto de 2007 sólo permite dos embarcaciones se coordinen para entrar en el area de exclusión comprendida entre los 60 y los 300 metros, y se han observado de 2 a 3 motos acuáticas moviéndose de forma paralela en la misma zona.
En referencia a los delfines, se puede observar que los grupos están formados por madres y crias de una especie en peligro de extinción (Delfín común), grupos que según el Real Decreto de 2007 están protegidos extrictamente, quedando prohibido molestar a los animales y obligando a seguir la regulación para evitar estrés y colisiones.
Las matriculas detectadas incumpliendo la regulación han sido denunciadas, pero no se descarta que otros establecimientos de La Linea, permitan la promoción y realización de esta actividad sin autorización e incumpliendo la ley.