Las flotas de arrastre de Almería y Granada se han concentrado ante las puertas de la Subdelegación del Gobierno de Almería por la aplicación de la Orden Ministerial que desarrolla el reglamento comunitario para la pesca de arrastre en el Mediterráneo occidental, ya que no ha «tenido en cuenta las aportaciones y propuestas hechas desde el sector pesquero español».
En torno a 150 personas han participado en este acto de protesta, según datos de la organización, que ha calificado de «éxito» la convocatoria, «cumpliendo en todo momento con las medidas de seguridad y sanitarias por el tema el coronavirus», como ha asegurado el vicepresidente de la Federación Andaluza de Asociaciones Pesqueras (Faape), José María Gallart.
La entrada en vigor de este reglamento, además de significar la «desaparición» de la actividad de la flota andaluza a medio plazo, «pone en peligro» la actividad de 586 embarcaciones y 17.000 puestos de trabajo, entre unos 3.000 empleos directos y otros 14.700 indirectos del litoral mediterráneo.
Gallart asegura que «eliminar la normativa es muy difícil, pero sí se puede modificar». Para ello, «es necesario cambiar la política de Bruselas, apoyada por el Gobierno de España y tener voluntad», ha añadido. No obstante, «seguimos con la mano tendida a las administraciones. Eso sí, si siguen empecinados en este tipo de leyes, el sector estará abocado al paro».
La concentración, organizada por Faape y la Federación Andaluza de Cofradías de Pescadores, ha reunido a pescadores, asociaciones y cofradías para defender la gestión sostenible de la pesca de arrastre de fondo.
Los pescadores han recordado que «cumplen escrupulosamente la ley» porque «son el primer colectivo interesado en la salud de los mares», al tiempo que han insistido en que los fondos marinos donde desarrollan su actividad «no son vulnerables y no están protegidos y suponen una porción muy pequeña de la superficie marina global».