Los espacios que habitualmente, desde hace 33 años, se utilizan en el puerto de Algeciras para recibir a miles de viajeros que a diario se disponen a cruzar el Estrecho para pasar sus vacaciones de verano empiezan a cobrar vida después de un periodo de inactividad como no se recuerda por estos lares.
La pandemia del coronavirus ha hecho que la actividad, en lo que al capítulo de pasajeros se refiere, haya caído en estos tres pasados meses de confinamiento por encima de un 90%. Sin embargo, desde que se recuperara algunas de las salidas con Ceuta tras el fin del estado de alarma, el ritmo ha ido en aumento en cuanto al número de personas que a diario se desplazan hacia o desde la Ciudad Autónoma, aunque las navieras esperan que se incrementen los tráficos mucho más en las próximas semanas, de ahí que se hayan ampliado horarios de salidas.
Bien distinta es la situación con respecto a Marruecos – cerrado a cal y canto desde el 14 de marzo – ya que nadie se atreve a decir si abrirá sus fronteras y, si es así, será esta próxima semana que entra o la siguiente, como se está barajando.
A pesar de la incertidumbre, las autoridades españolas ya han empezado a preparar todo el dispositivo para que, si se produce la avalancha, los puertos implicados tengan todo a punto para recibir a miles de personas y vehículos desde cualquier rincón de Europa, aunque una edición más sean los de Algeciras y Tarifa los principales protagonistas del operativo.
Las parcelas están perfectamente habilitadas con carpas y módulos de servicios para atenderlos, adoptando, eso sí, todas las medidas dictadas desde organismos superiores en lo que a precauciones sanitarias se refiere. Incluso, ya se han podido ver en los últimos días algunos vehículos que están estacionados en los alrededores del recinto portuario, en plena avenida Virgen del Carmen de Algeciras, a la espera de conocer novedades que le permitan iniciar el periodo de vacaciones en su país, posiblemente el más atípico que hayan podido vivir por culpa del coronavirus.