Aitana Marcet realiza labores de patrón de barco en Gabarras & Servicios, la empresa familiar que inició su abuelo paterno, Vicente, y que actualmente lidera su padre, Pedro.
No, no es casualidad que se decantara por esta profesión, ya que “mi familia es de la mar” y es algo que le viene desde pequeña. “Yo recuerdo cuando mi abuelo nos reunía a todos los nietos los domingos y nos traía al puerto”, comenta con nostalgia, “nos metió el mar en las venas”, confiesa junto a la embarcación que lleva su nombre y que, habitualmente, se encarga de abastecer a buques que transitan por la bahía que la vio nacer.
Aunque probó en otras ocupaciones en tierra, Aitana admite que siempre tuvo en mente vincular su futuro a la mar “lo tiene todo, no te traiciona, pero en tierra es totalmente diferente”, de ahí que se volcara en lograr la formación pertinente para convertirse en la única mujer que desempeña estas funciones en el puerto algecireño.
“Al principio fue raro porque no estaban acostumbrados a verme aquí, hay muy pocas mujeres, no sé si es porque no se atreven, no les dan la oportunidad…. pero para mí no es un trabajo de hombres, es para el que quiera y tenga la voluntad de hacerlo”, considera en clara reivindicación por el papel de la mujer en un sector históricamente de hombres como el portuario.
“Yo veo pasar por aquí a muy pocas mujeres y creo que debería incentivarse mucho más a la vista de que no es cuestión de sexo, sino de querer hacerlo”, concluye mientras atiende a El Estrecho Digital, en una entrevista grabada justo unos días antes de iniciarse de lleno la crisis sanitaria del coronavirus.