La alcaldesa de Garrucha, María López, y el presidente de la Autoridad Portuaria de Almería (APA), Jesús Caicedo, han mantenido una reunión en el consistorio garruchero, en la que han estudiado las posibles alternativas de uso, tanto del faro como de la parcela anexa, una vez que la vetusta señal marítima deje de estar operativa.
En la cita, en la que también han participado el director de la APA, Juan Manuel Reyes, y el director de Planificación de la APA, Antonio Bayo, Caicedo ha informado a la alcaldesa de que en los primeros meses de 2021 está previsto que el faro deje de desempeñar las funciones que tiene desde que se inauguró hace casi 140 años, si bien la intención de la Autoridad Portuaria es mantener el edificio y la vieja torre de señalización luminosa, que se destinarán a otros usos.
El faro de Garrucha se inauguró el 28 de noviembre de 1881, aprovechando el equipo del entonces vecino faro de Villaricos (Cuevas del Almanzora), que había sido apagado y desmontado poco antes. Su torre cilíndrica blanca, de 10 metros, está adosada a un edificio de planta cuadrada.
Es un faro totalmente urbano, que ha quedado rodeado por edificaciones del municipio, y que debido a la corta altura de su torre y la poca elevación del terreno sobre el que se levanta, han hecho que sus señales luminosas sean cada vez menos visibles desde el mar. Por este motivo, la APA ha proyectado la construcción de un nuevo faro en la vecina Mojácar, que entrará en funcionamiento a finales de este año o principios del próximo.