Las navieras que operan en las líneas del Estrecho de Gibraltar son, sin duda alguna, las grandes perjudicadas por el cierre de fronteras de Marruecos, por lo que sus responsables esperan ansiosos la decisión que los gobiernos de España y Marruecos puedan adoptar en referencia a la Operación Paso del estrecho.
De momento, las principales compañías aseguran que se encuentran preparando su flota para que pueda estar perfectamente equipada y adecuada a las exigencias de prevención de contagio de la COVID-19, de cara a una inminente activación de la Operación Tránsito. Tanto los responsables de FRS como Baleária, coinciden en la necesidad de utilización de avances tecnológicos que impidan aglomeraciones, ya que el levantamiento de la restricción del tráfico de pasajeros a Tánger y Ceuta, desde su interrupción en el mes de marzo, puede provocar la masiva llegada de viajeros a los puertos de Algeciras y Tarifa con la intención de embarcar en ambos sentidos.
Tanto FRS como Baleária han limitado su actividad en la zona del Estrecho, en los meses de confinamiento, al tráfico de mercancías de primera necesidad fundamentalmente. Lo mismo ha ocurrido con el resto de navieras que operan entre Europa y el Norte de África (Intershipping, AML y Armas – Transmediterránea).
Adolfo Utor, presidente de Balearia, asegura que el comienzo de la Operación Paso del Estrecho es incierto, y que para su naviera supone un trastorno económico importante, porque acarrea la pérdida de una parte de los ingresos a lo que hay que sumar las ya generadas por el confinamiento. Utor recalca que, si hay OPE es necesario un cambio de modelo.
El presidente de Balearia insiste en que se debe implantar un modelo donde se realicen las reservas con antelación y con horario de embarque y buque determinado. Sólo así, las salidas se producirán en orden de cara a evitar aglomeraciones. En la misma línea se ha pronunciado Marcial Picó, Responsable de marketing de FRS, quien resalta que, también es necesario que el proceso de embarque se digitalice.
Estas herramientas tecnológicas, facilitarían según las navieras la libre competencia condicionada con el intercambio de billetes y el embarque de pasajeros con fluidez.
En estos meses, tan sólo viajeros con residencia o autorización han podido cruzar el Estrecho, por lo que la mayor parte de los buques que operan entre Algeciras, tarifa, Ceuta y Tánger, permanecen amarrados por lo que la OPE supondría, sin lugar a dudas, una inyección económica para estas empresas que siguen sufriendo pérdidas como consecuencia de la crisis sanitaria.