La nueva normalidad parece que también está llegando al Puesto de Inspección Fronterizo del Puerto de Algeciras, donde, semanas atrás, se ha venido poniendo en duda la rigurosidad de los controles de mercancías en lo que a inspecciones físicas se refiere.
La empresa adjudicataria, Docks, del Puesto de Inspección Fronteriza (PIF) del puerto de Algeciras optó por hacer un ERTE a sus trabajadores durante la crisis sanitaria ocasionada por la COVID-19, ya que el tráfico del enclave con África, en ambos sentidos, disminuyó de manera drástica.
Avanzada ya la desescalada, los trabajadores ven con optimismo su futuro, entienden que es cuestión de días la vuelta de la totalidad de la plantilla a su puesto, pues el PIF ha recuperado el 100% de su actividad, de sus inspecciones físicas, y está actualmente a los niveles anteriores a la situación excepcional.
“Volver a nuestros puestos es fundamental para los trabajadores”, apunta Alberto Mesa, responsable del área de Transitarios, Consignatarios y PIF de la Coordinadora Estatal de los Trabajadores de los Puertos Andaluces, “pero también lo es para las empresas y la sociedad en general, pues las inspecciones que efectuamos son vitales para garantizar el control de plagas, así como la calidad de las mercancías, tanto vegetales como animales, que entran y salen del país y, actualmente, el personal que ha salido del ERTE no es suficiente para ejecutarlas de manera exhaustiva. Se están haciendo con una sobre carga de trabajo y eso puede repercutir en la eficacia de las mismas”.
“La vuelta a la normalidad es algo que demandamos desde el sindicato para mantener los derechos de los trabajadores y fomentar el empleo en estos momentos delicados”, continúa Mesa, “Administración, empresas y trabajadores debemos ir de la mano, tal como está ocurriendo en el día a día. Una situación que es de agradecer», concluye Mesa.
La nueva normalidad, por tanto, parece que empieza a protagonizar la actividad de uno de los puntos candentes de la dársena algecireña.