El Club de Exportadores e Inversores cree que África subsahariana constituye un interesante destino para las exportaciones y la inversión exterior de las empresas españolas, de manera que se incremente la diversificación de nuestro sector exterior, todavía muy dependiente de la Unión Europea, y se puedan reducir así los riesgos asociados a los ciclos económicos.
A pesar del impacto negativo que el COVID-19 va a tener sobre el África subsahariana, con la primera contracción de su economía en los últimos veintiocho años (el FMI sitúa la caída en el -1,6% en 2020), el Club de Exportadores e Inversores considera que las proyecciones económicas de esta región siguen siendo atractivas a medio y largo plazo.
El Club de Exportadores propone a las Administraciones españolas reforzar la colaboración entre la AECID, Cofides y la Comisión Europea y buscar lazos permanentes de relación con las administraciones africanas
Con las miras puestas en incrementar la presencia de las empresas españolas en África subsahariana, y en línea con el diagnóstico del Plan África del Ministerio de Asuntos Exteriores, el Club de Exportadores propone a las Administraciones españolas reforzar la colaboración entre la AECID, Cofides y la Comisión Europea y buscar lazos permanentes de relación con las administraciones africanas. Asimismo, considera necesario potenciar la reducción del riesgo inversor para las empresas mediante instrumentos públicos de fomento de la inversión española en África subsahariana, la ampliación en la región de la red de Oficinas Comerciales y la extensión de la enseñanza del español a través del del Instituto Cervantes.
Así se señala en el estudio titulado “Inversión empresarial española en África Subsahariana”, presentado esta mañana en una jornada telemática que ha contado con la participación del director general para África, del Ministerio de Asuntos Exteriores, Raimundo Robredo. El documento, impulsado por el Club de Exportadores e Inversores, ha sido elaborado por un grupo de investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid liderado por el catedrático José María Mella, coordinador de la red Jean Monnet de la UE para África, Mediterráneo y Europa.
Oportunidades para la inversión
El documento pone el foco en los diez países que son identificados como objetivo en el III Plan África del Ministerio de Asuntos Exteriores: Etiopía, Nigeria y Sudáfrica como países “ancla”, y Angola, Costa de Marfil, Ghana, Kenia, Mozambique, Senegal y Tanzania como países de asociación. Las oportunidades de inversión en ellos se basan en unas economías en pleno proceso de transformación y con unas perspectivas de crecimiento económico y demográfico muy favorables, si bien ahora se ven transitoriamente limitadas por el impacto del COVID-19. Además, en general, presentan un buen clima para la inversión empresarial, al que contribuye un sector público necesitado de financiación para acometer los procesos de modernización en que están inmersos.
Operaciones de integración regional en marcha, que ampliarán los mercados e impulsarán las economías de escala, también constituyen factores favorables a tener muy en cuenta por los inversores españoles. Por ejemplo, ser miembro de ECOWAS/CEDEAO para los países de África Occidental (Senegal, Costa de Marfil, Ghana y Nigeria) permite el acceso a un mercado de 300 millones de habitantes.
Según el estudio, las oportunidades de inversión en África subsahariana, y en particular en los diez países objetivo del Plan África, se extienden a prácticamente todos los sectores de actividad: agricultura, alimentación, energías renovables, infraestructuras, edificación residencial, manufacturas y bienes de equipo, sanidad, ingeniería, telecomunicaciones, banca y seguros. Además, países como Mozambique, Nigeria, Senegal, Sudáfrica y Tanzania presentan también interesantes atractivos para el turismo.
No obstante, debido al riesgo político y la inseguridad jurídica que concurren en muchos de estos países, los autores del estudio recomiendan a las empresas españolas que estudien previamente el terreno y la legislación con la ayuda de expertos, que busquen socios locales fiables y competentes y que exploten a fondo las posibilidades de la cooperación púbico-privada. Asimismo, en la medida en que deben aportar su propia financiación, debido a la precariedad de las cuentas públicas de estos países, es aconsejable que las empresas aprovechen los instrumentos de financiación de la inversión vigentes actualmente tanto a nivel europeo como nacional.
Los expertos consideran que una buena base para abordar la expansión por el subcontinente africano es aplicar las enseñanzas adquiridas con la experiencia marroquí, donde las empresas españolas llevan más años presentes.
Sólo el 1,6% de las exportaciones españolas y menos del 1% de su IED total
Los países del África subsahariana representan una porción muy pequeña en el comercio exterior de España en términos globales. Apenas el 1,6% de las exportaciones españolas entre 2014 y 2018 tuvieron ese destino y menos del 3,7% de las importaciones españolas procedieron de esa área.
África subsahariana es aún menos relevante en términos de inversión extranjera directa. El stock de IED española acumulado en la zona es inferior a 1900 millones de euros, esto es, el 0,4% del total de la inversión española en el mundo.
La situación de España y de buena parte de los países europeos, en general, dista mucho de la adquirida en los últimos años por otros países asiáticos, en especial China. Este último se ha convertido en uno de los socios más importantes de estos países, tanto como proveedor de productos como destino de sus ventas.