El crucero de bandera panameña y 333 metros de eslora, MSC Divina, fondeó en el fondeadero D del puerto de Algeciras, en aguas próximas a la Ensenada de Getares, para desembarcar a un tripulante que se encontraba enfermo y realizar a su vez, tareas de suministro de combustible, generando una imagen poco habitual.
El crucero permaneció sólo unas horas en esta zona, ya que el rápido y eficaz trabajo de las autoridades, permitió que el tripulante enfermo fuese atendido en el Hospital Quirón de Los Barrios, tras lo cual volvió a bordo.
La imposibilidad de que personal del buque pudiese desembarcar como consecuencia de la normativa establecida por el Gobierno, como consecuencia del estado de alarma en el que nos encontramos, obligó a responsables de Sanidad Exterior, a trabajar de forma coordinada con la Autoridad Portuaria y el Cuerpo Nacional de Policía para que, bajo la supervisión y coordinación de la Capitanía Marítima del puerto algecireño, se realizase por parte de Salvamento Marítimo, la evacuación del enfermo y su posterior regreso a bardo del crucero.
No es la primera vez que se da una circunstancia de este tipo, a lo largo de los dos meses de estado de alarma ya que esta situación se ha repetido en, al menos, siete ocasiones, teniendo que atender incluso a tripulantes aquejados de COVID19.
El puerto de Algeciras está siendo ejemplo de solidaridad y hospitalidad, una vez más, a la vez que demuestra la eficacia de sus autoridades y servicios marítimos, al cumplir con la resolución de la IMO, a la vez que se ha garantizado las medidas de seguridad, atendiendo a los barcos que lo requerían.
De hecho, sólo hace unas semanas, cuando el carguero «Corona» utilizó el mismo procedimiento al comunicar la existencia de un posible caso de enfermedad coronaria a bordo. La Capitanía Marítima del puerto algecireño coordinó el operativo y el tripulante pudo desembarcar quedando en tierra, ante el largo viaje que el buque debía realizar, ya que estaba previsto que zarpase con destino al continente americano, teniendo que cruzar todo el Océano Atlántico. De nuevo, el puerto de Algeciras volvió a acoger al marinero en aplicación de la normativa establecida por la OMI.
Se da la circunstancia de que no todos los puertos actúan de esta forma. Por poner un ejemplo, a un barco de pabellón español se le ha negado desembarcar a un tripulante enfermo en un puerto asiático. También ocurrió algo similar en un puerto próximo, donde un trabajador con una importante dolencia cardiaca no fue autorizado a desembarcar.