Este 26 de mayo se han cumplido 35 años de la trágica explosión que costó la vida a una treintena de personas en aguas de la Bahía de Algeciras. Eran las 11.20 de la mañana, cuando el buque Petrogen One, saltaba por los aires mientras descargaba 25.000 toneladas de nafta en el pantalán de la refinería Gibraltar-San Roque de Cepsa. El fuego rápidamente se propagó a un petrolero, el Camponavia que estaba empezando a cargar gasolina cuyo destino era el oleoducto de Rota-Madrid-Zaragoza.
La explosión se pudo apreciar en todo el Campo de Gibraltar, dejando una treintena de muertos, muchos de ellos desaparecidos.
35 años después, la evolución de la seguridad ha sido significativa en varios aspectos, tal y como ha explicado, Álvaro Camacho, responsable de seguridad de las instalaciones de Cepsa en San Roque, quien insiste en que «desde el punto de vista de la legislación, se han editado y promulgado normas que han ido mejorando la eficacia de la intervención, la comunicación y el análisis». «Desde la organización, los planes de emergencia se han visto modificados por nuevos estándares que, a través de los años, se han ido mejorando en los sistemas de gestión con la idea de la mejora contínua», añade.
En relación a los medios materiales, la evolución también ha sido enorme y nada tiene que ver con los existentes hace 35 años, tanto en eficacia como en capacidad de extinción, gracias a la existencia de materiales y espumógenos nuevos, sintéticos, más eficaces.
También ha evolucionado la formación de las personas, al disponer de centros especializados de entrenamiento para ello. Los trabajadores se encuentrabn en constante formación, mayormente si se enncuentran involucrados en una posible intervención del tipo de la ocurrida en la década de los 80.
La industria ha sufrido una importante evolución, sobre todo en materia de prevención. «Los modelos de diseño de instalaciones y los modelos de gestión, hacen que la seguridad sea muy eficaz respecto a los años de los que hablamos», apostilla Álvaro Camacho, quien considera que sólo hay que mirar la reducción de los accidentes con el paso de los años, porque «ha sido muy significativa». De hecho, la compañía Cepsa ha mantenido en los últimos años como dos de sus principales prioridades, la mejora de la seguridad, ante todo, y la de la calidad ambiental del entorno.