El crucero Sovereign, de la naviera Pullmantur, permaneció atracado en el puerto de Málaga, desde el pasado 20 de marzo y casi dos meses después, partió hacia Gibraltar con casi 300 tripulantes a bordo.
Durante este tiempo en Málaga se han realizado labores de mantenimiento y limpieza del buque, tiempo que los tripulantes han aprovechado para donar más de diez toneladas de alimentos, así como uniformes de la naviera sin logotipo, elaborando mascarillas para la ciudadanía.
Pullmantur va a llevar a cabo la repatriación de sus tripulantes desde Gibraltar, en una operación organizada desde la propia compañía. Así, para los tripulantes procedentes de Latinoamérica se está organizando un vuelo charter desde Gibraltar a Barbados y desde allí hasta sus países. Para el resto de la tripulación se está trabajando en diferentes escenarios, dentro de esa operación de repatriación.
El buque Sovereign tendría que estar realizando la ruta ‘5 Maravillas del Mediterráneo’, con embarque y desembarque en Barcelona y escalas en Nápoles, Civitavecchia (Roma), Livorno (Florencia) y Villefrance. Sin embargo, el estado de alarma y todas las medidas derivadas del mismo le sorprendieron en alta mar y, tras desembarcar a los pasajeros en Cádiz, el puerto de Málaga fue la primera alternativa para atracar, al ser unas instalaciones ya conocidas y con las que se mantienen buenas relaciones.