La Guardia Civil ha puesto a disposición judicial a 51 personas integrantes de una organización criminal que introducía estupefacientes en España desde el norte de África, mediante potentes embarcaciones. En la denominada «Operación Doberman» han sido incautados 1.255 kilogramos de cocaína y 390 de hachís, localizadas dos plantaciones con cerca de 600 plantas de Marihuana, 9 vehículos, de los que cuatro habían sido previamente sustraídos. Además se ha intervenido más de 60.000 euros en efectivo, abundante documentación, dispositivos electrónicos de última generación, tres armas de fuego, y 6 embarcaciones semirrigidas valoradas en 1.500.000 euros.
Las pesquisas se iniciaron en septiembre pasado
Las pesquisas se iniciaron en septiembre pasado, cuando la Guardia Civil detectó como en la localidad sevillana de Lebrija, se estaban botando embarcaciones semirrigidas con potentes motores, como las que usan habitualmente para el narcotráfico y que están actualmente prohibidas. A raíz de ello, los investigadores consiguieron ubicar una nave muy cercana al río Guadalquivir que estaba sirviendo para guardería de este tipo de embarcaciones, por lo que se estableció un dispositivo de vigilancia, observando como de la citada nave salían semirremolques en cuyo interior spodrían ir escondidas las «gomas».
En una de esas vigilancias, los agentes detectaron una nueva embarcación que fue botada poco después para traspasar bultos a una embarcación más pequeña que alijaba en las costas de Huelva. En este dispositivo se incautaron unos fardos que contenían 1.255 kilos de cocaína de gran pureza. Mientras tanto, en Marruecos se intervinieron, paralelamente, otros 476 kilogramos de cocaina, pertenecientes a la misma organización que tenía la guarderia ubicada entre Casablanca y Rabat.
Fruto de las investigaciones españolas y de la cooperación con las autoridades marroquíes se pudo reconstruir la ruta que siguió la cocaina desde Sudamérica a Europa. La droga llegaba a Marruecos a través contenedores que desembarcaban en el Puerto de Casablanca y de allí, la llevaban a una guardería cerca de la costa entre Casablanca y Rabat. La droga era transportada en vehículos al punto de carga en la playa donde se acercaba la “goma” . Tras una larga navegación llegaba a las costas del sur de España.
Por otro lado, se conoció que parte de la organización tenía su base en Estepona y de hecho se le incautó un total de 390 kilogramos de hachís, que eran transportados tambien en embarcaciones semirrigidas.
Tras meses de investigación se supo que los cabecillas de la trama eran, un vecino de Lebrija y otro de El Cuervo, que no hacían ostentación de su dinero y llevaban una vida discreta. Conocida por los investigadores la organización al completo y su “modu operandis”, se solicitó al Juez, 23 entradas y registros en las provincias de Sevilla, Cádiz y Málaga y se procedeió a la detención de los miembros de la Organización.