La prestación del servicio de salvamento, vigilancia, seguridad y atención personalizada al baño se inicia este viernes en las playas de Palma de Mallorca, que permanecerán con banderas rojas que informen de la prohibición del baño ante la emergencia sanitaria provocada por la COVID-19.
Según ha informado el Ayuntamiento de Palma, los socorristas velarán por el cumplimiento de las medidas de distanciamiento social, densidad y actividades permitidas en este entorno en función de la normativa que se vaya publicando progresivamente respecto al estado de alarma.
Según la orden ministerial, vigente en el momento actual, tan sólo se permite «pasear», por lo que no está autorizado el baño, los juegos colectivos, tomar el sol, ni sentarse en la arena, hasta nuevas órdenes del Gobierno central. Estas restricciones afectan a las playas, zonas de baño y en todo el litoral.
Asimismo, el Ayuntamiento ha solicitado al adjudicatario del servicio de socorrismo la adaptación de los protocolos de actuación de acuerdo con las nuevas circunstancias. De momento, no se dispondrá de servicio de duchas ni baños y se instalarán los elementos para hacer posible el servicio de socorrismo y vigilancia (torres, caseta de socorro), pero no se colocarán aún hamacas ni sombrillas.
Asimismo, habrá un único punto de accesibilidad para las personas que requieran ayuda para acceder a la playa, frente al balneario 15, que comenzará a funcionar a partir de junio, siempre y cuando se permita el baño. Los concesionarios de las playas ya han realizado las limpiezas oportunas también para mejorar las condiciones sanitarias y la seguridad.