Un total de 45 barcos de la flota vasca de bajura han inciado este lunes la costera de la anchoa tras un mes de inactividad y con un protocolo de medidas de seguridad para evitar el contagio del coronavirus, según ha informado fuentes de las cofradías de Gipuzcoa a Europa Press.
Las mismas fuentes han señalado que han estado durante un mes prácticamente sin actividad y los arrantzales vuelven este lunes a la mar, principalmente, para centrarse en la captura de la anchoa porque solo les quedaría por completar un 5 ó 6% de cuota de verdel.
Desde las cofradías de Gipuzcoa han precisado que 36 barcos de puertos guipuzcoanos han salido a faenar este lunes y otros nueve de Vizcaya y han indicado que esta campaña se caracteriza por la «incertidumbre», porque, a la que habitualmente ya existe sobre si «habrá pesca o no», se suma la situación derivada del coronavirus que puede acarrear «problemas» en la comercialización de la anchoa.
Por ello, los arrantzales vascos han decidido reducir esta primera semana un 40% las capturas a la espera de ver cómo responde el mercado, teniendo en cuenta factores como que las conserveras pueden no estar al 100% de su activividad.
En concreto se ha estimado para los barcos más grandes con más de 20 tripulantes unas capturas máximas de 6.000 kilos al día y 4.400 kilos para los más pequeños. La medida, que busca no saturar el mercado, se mantendrá hasta ver la demanda de anchoa que existe.
Por otra parte, para tratar de evitar contagios por coronavirus, los barcos aplicarán distintas medidas de seguridad y los patrones tomarán la temperatura a los tripulantes antes de acceder a su interior, que, además, contarán con mascarillas y guantes. Asimismo, se establecerá un protocolo en las descargas para evitar aglomeraciones y se incidirá en la limpieza.