El presidente de la Ciudad Autónoma de Ceuta, Juan Jesús Vivas, ha solicitado hoy que la frontera del Tarajal que separa la ciudad con Marruecos, que está totalmente cerrada desde el 13 de marzo, no se «reabra» hasta que el virus esté «controlado».
En una rueda de prensa telemática, Vivas ha destacado que «aquí, como también parece haber sucedido en otras regiones extrapeninsulares o insulares como Melilla o Canarias, nos ha salvado el aislamiento».
«Mientras no tengamos garantías de que el virus está controlado se deben mantener las restricciones tanto con la península como con Marruecos, sin distinciones por la OPE», ha aludido al dispositivo que cada verano moviliza a millones de ciudadanos marroquíes residentes en toda Europa que regresan para pasar las vacaciones estivales en su país natal.
El líder del Ejecutivo local ha señalado que «España sufre un drama humano sin precedentes en nuestra historia reciente que se manifiesta en mucho llanto, dolor y pena que marcarán nuestra memoria y corazón por varias generaciones». Además, ha asumido que «traerá consigo consecuencias devastadoras desde el punto de vista económico y social, con una caída de la riqueza nacional de entre el 8% y el 10% que nos hará perder el crecimiento acumulado los últimos cuatro ejercicios».
Aunque ha dicho que «el drama humano es de tal envergadura y la ruina económica de tal calibre que nadie está legitimado para hablar de una reacción exitosa, de innovación, de audacia o de eficacia», el presidente de Ceuta ha valorado que su Ejecutivo fue pionero en la suspensión de pruebas deportivas multitudinarias, las procesiones de Semana Santa o la cancelación de cultos religiosos «de todas las confesiones» en los que «no se pudiese respetar la distancia mínima entre personas».
Según sus estimaciones, durante los últimos 30 días los Servicios Sociales Comunitarios han dado ayudas para alimentos y otras necesidades básicas por un montante de «240.000 euros, cuatro veces más que en cualquier otro mes», y ha valorado el acuerdo sin votos negativos adoptado por la Asamblea regional para movilizar 70 millones de euros, «un cuarto del Presupuesto anual de la institución», con el fin de atender la «emergencia social» e inyectar ayudas directas «al sector productivo de autónomos y pequeñas empresas sin el que no tendríamos futuro cuando se recupere la normalidad».
El presidente de Ceuta ha vuelto a lamentar que el Estado no se haya hecho cargo de los 300 inmigrantes irregulares de nacionalidad marroquí adultos y menores confinados en dos polideportivos rehabilitados como albergues con un coste diario de 10.000 euros para las arcas municipales y ha asegurado que el desembolso mensual de la Administración regional se disparará hasta «500.000 euros al mes» cuando entren en funcionamiento los módulos prefabricados que permitirán sacar a 250 menores extranjeros no acompañados (MENA) del Centro de Realojo Temporal de ‘La Esperanza’, que actualmente alberga a 450 niños migrantes solos «hacinados».
«Nos esperan tiempos muy duros, muy difíciles, porque la recuperación no será fácil y se va a exigir mucha generosidad, sacrificio, esfuerzo y entrega, pero debemos tener esperanza», ha concluido cuando el número de positivos por la COVID-19 acumulado en la ciudad se eleva a 102 con cuatro fallecimientos y 51 curados, «porque somos una gran nación que antes ya se ha enfrentado a situaciones muy difíciles, ninguna tanto, y hemos salido adelante».