Dos décadas al frente de cualquier institución desgasta, tiene su mérito y permite todo tipo de experiencias, más si cabe si esa entidad en cuestión relaciona a decenas de empresas y éstas están ubicadas en una zona tan peculiar como nuestra comarca.
Carlos Fenoy acumula ya 20 años como presidente de la Cámara Oficial de Comercio, Industria, Servicios y Navegación del Campo de Gibraltar y nos cuenta, para EL ESTRECHO DIGITAL, cómo empezó, las dificultades que ha ido encontrando durante este largo camino, lo que no le ha impedido celebrar la consecusión de logros importantes, además de mantener fijados otros propósitos para el nuevo mandato que se inició a finales de 2019 con su reelección.
Carlos, cómo fueron sus inicios en esta institución, cómo llega a presidente,… cuéntenos el arranque de esta etapa que ya ha superado los 20 años
Entré en la Cámara en el año 98, con el cargo de vicepresidente primero, y en el 2000 se cambió de presidente y los compañeros me eligieron a mí y desde entonces he ido pasando las elecciones que ha habido. La última ha sido un periodo muy largo, desde 2010 hasta 2019 por la situación que generó la modificación por parte del Gobierno de Zapatero de la Ley de Cámaras y, hasta finales del 19, la Junta de Andalucía, que esl órgano tutelante de las cámaras de comercio, no convocó elecciones.
Los compañeros lo han vuelto a elegir lo que, imaginamos, supondrá un orgullo, pero a la vez una responsabilidad muy grande, porque no debe ser fácil, menos en una zona tan compleja como la nuestra, con tantas empresas y demandas
Que sigan pensado en uno para representar la institución siempre es un motivo de orgullo. Presión tenemos bastante porque es una zona que, a pesar de contar con excelentes oportunidades para un despegue socieconómico importante, siempre nos vemos lastrados por distintas cuestiones.
«Presión tenemos bastante porque es una zona que, a pesar de contar con excelentes oportunidades para un despegue socieconómico importante, siempre nos vemos lastrados por distintas cuestiones»
En estos 20 años hemos tenido pocos de bonanza económica, puesto que desde 2002 teníamos unas condiciones económicas muy malas porque veníamos de un periodo largo de dificultades por un recurso que plantearon algunas grandes compañías a la constitucionalidad de las cámaras de comercio y hubo que levantarla y, como digo, pasamos unos años muy complicados al principio. Disponíamos de pocos recursos, porque las empresas pagaban un porcentaje muy pequeño de sus beneficios anuales y las que no generaban beneficio no tenían que pagar y con esto fuimos haciendo una Cámara de Comercio del siglo XXI. Luego llegó la crisis de 2008, con las consecuencias que ya sabemos, con el parón de actividad y de empresas muy grande. En 2010, el mencionado decreto del Gobierno de Zapatero donde sólo eliminaba esa cuota obligatoria para las cámaras, pero dejaba el resto de funciones intactas, hasta el 2014, que es cuando el Gobierno reacciona y elabora una nueva ley de cámaras, asignando varias encomiendas de gestión y la posibilidad de buscar alternativas, lo que nos ha llevado a financiarnos en los últimos años con fondos europeos y hemos conseguido, para las capacidades y el tamaño de nuestra entidad, atraer cantidades importantes de la Unión Europea para el desarrollo de las empresas. Éste podría considerarse de los mayores logros que hemos alcanzado. Pero seguimos con la reivindicación y presión ante las distintas administraciones sobre las necesidades de esta comarca, de ahí que sigamos peleando por un tren que la propia Unión Europea calificó como estratégico, dos de los ejes prioritarios; además de otras muchas infraestructuras: Zona Franca, el puerto, la gestión del PIF, los pasos de fronteras… muchas cuestiones…Ya, a nivel más doméstico: la modernización del pequeño comercio apoyando a la creación del Centro Comercial Abierto de Algeciras, trabajando en el Mercado, en la internacionalización de empresas, es decir, trabajar en beneficio de la economía a través de las empresas…
Si echamos la mirada atrás, estas mismas necesidades y reivindicaciones nos suenan a añejas, seguramente ya se hablaba de ellas hace dos décadas, pero también está en el lado positivo, analizar el crecimiento del puerto de Algeciras y de la propia Cámara de Comercio que usted preside
Como presidente de la Cámara de Comercio, pertenezco al Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria, y me siento parte de esos buenos resultados, aunque vienen de una planificación bien hecha por parte de sus responsables, pero luego por un trabajo importante de las empresas que desarollan su actividad en el entorno portuario. Hay cuestiones que, aunque parece que no se avanza, porque los pasos son muy lentos, pero se sigue hacia adelante y cada vez nos vamos acercando más para que se logren muchas de esas reivindicaciones.
«Hay cuestiones que, aunque parece que no se avanza, porque los pasos son muy lentos, se sigue hacia adelante y cada vez nos vamos acercando más para que se logren muchas de esas reivindicaciones»
Pero luego surgen otras nuevas, como ocurre con el Brexit; ahora estamos a la espera de una gran recesión, con una caida del PIB en España de muchos puntos y andamos reivindicando al Gobierno que no se olvide de las pymes, como lo hicieron en 2008 y que costó que muchas cayeran por el camino y las que quedaron lo hicieran con unas estructuras más débiles, con menos trabajadores, lo que genera mucho desempleo y pobreza, tardando de salir de ella mucho tiempo hasta que se ha vuelto a conseguir un número de empresas parecido al que había antes, en 2008, aunque con un cambio radical, porque la construcción era un sector muy potente y ahora seguimos manteniendo otros como el comercio y el servicio, los temas portuarios y las industrias y todos los días surgen nuevos retos, nuevas inquetudes y ahí es donde nos aplicamos, pudiendo hacerlo gracias a que contamos con un importante número de recursos que vienen de la Unión Europea y un plantel de técnicos en la casa que hacen su trabajo día a día, fundamentalmente pequeña y mediana empresa y autónomos.
La pandemia del coronavirus se ha convertido en estos momentos en un gran quebradero de cabeza mundial, porque a todos nos afecta y, lo peor, es que no sabemos cuándo puede acabar y qué perjuicios nos va a provocar por las secuelas que pueda dejar esta crisis sanitaria, social y, por ende, económica
No va a ser fácil y va a depender mucho de las medidas que adopte el Gobierno; hasta ahora están siendo un poco contradictorias y entendemos que lo principal es el tema sanitario, vencer al virus y que se pueda cortar su propagación y que se corten las cifras tan escalofriantes de muertos que se genera a diario. Y una vez que salgamos de esta crisis sanitaria y recuperemos la salud, en general, hace falta que las empresas – insisto en las pequeñas y medianas empresas y autónomos – tengan cierto músculo, lo que pasa por que tengan liquidez y que todos entendamos, porque todos somos consumidores, que el miedo no nos puede paralizar, y en la medida de nuestras posibilidades, ser parte de esa reactivación de la economía.
«Una vez que salgamos de esta crisis sanitaria y recuperemos la salud, en general, hace falta que las empresas – insisto en las pequeñas y medianas empresas y autónomos – tengan cierto músculo, lo que pasa por que tengan liquidez y que todos entendamos, porque todos somos consumidores, que el miedo no nos puede paralizar»
Y, ¿por qué no?, hacer una reflexión acerca de si el modelo que llevamos hasta ahora es el idóneo o no y que reactivar nuestra economía también pasa por activar nuestra industria, nuestros comercios. Vamos a tener un parón también importante en el turismo, quizá sea una de nuestras grandes asignaturas, pero en determinadas zonas es una actividad muy importante y creo que durante varios meses vamos a notar un bajón muy negativo en ese sector, que además genera mucho empleo. La situación no es muy esperanzadora, pero si las medidas que se toman son las correctas y se ayuda a pymes y autónomos a salir de este bache, inyectando liquidez, aplazando sus compromisos fiscales, de Seguridad Social, y se mantienen las empresas, esos trabajadores podrán consumir, podemos hacer pedidos a fábricas, se podrá producir y poco a poco intentar volver a una normalidad que intuyo nos costará varios meses.
Esa preocupación de la que nos habla se hace también muy presente en el tejido empresarial portuario, porque aunque veamos que el transporte de mercancías no cesa, sí que pueden venir momentos difíciles para las empresas, incluso – aunque ahora no importe tanto – se han producido cancelaciones de esas misiones comerciales con las que apoyáis desde la Cámara a exportar los servicios que se ofrecen en el puerto.
Se depende de que haya un flujo de barcos como nodo logístico mundial y esta pandemia nos está afectando. Como habéis recogido en vuestro medio, sobre una reestructuración que ha habido de unas líneas de China y de mercados asiáticos y que iban a suspender algunas escalas. Estamos viendo que el flujo sigue siendo similar, pero probablemente veamos que ese ritmo vaya a bajar en las próximas semanas. También está mas baja la llegada de otros buques que vienen a la Bahía a hacer reparaciones y otro tipo de operaciones, pero habrá que recuperar los tráficos con Tánger Med, sobre todo los industriales, porque el flujo de camiones es muy importante y ahora se está con la frontera cerrada en Marruecos, es decir, que hay una serie de aspectos que vamos a tardar un poco en recuperar ese descenso en los tráficos, pero esperemos que, una vez superada la alerta sanitaria, vencido el virus y los mercados se vuelvan a abrir, la situación estratégica va a seguir siendo la misma, al igual que la profesionalidad de nuestras empresas y sus trabajadores, por lo que volveremos a recuperarnos, pero la incógnita es cuánto tiempo pasará hasta volver a recuperar estos tráficos. En cuanto a las misiones, la Cámara tiene licitadas las ayudas a empresas para acudir a eventos internacionales, pero se han cancelados, aunque algunos de ellos ya han anunciado que se pasan a los meses de septiembre y octubre. Luego volvermos a reactivarlos y a sacar de nuevo las convocatorias, incluso, a medida que se vaya recuperando la actividad iremos readaptando nuestro plan de internacionalización, viendo en qué tipo de mercados y eventos quieren estar nuestras empresas, pero seguirán contando con el apoyo de la Cámara para estas acciones.