La Federación Nacional de Asociaciones Provinciales de Empresarios Detallistas de Pescados y Productos Congelados, FEDEPESCA, y la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores, FNCP, se han unido al Comité de Crisis del sector pesquero español, impulsado desde la Confederación Española de Pesca (CEPESCA), para hacer un seguimiento e informar de la situación de la actividad pesquera de las flotas españolas, las lonjas y los mercados, y asegurar el abastecimiento de productos pesqueros a la población durante el periodo de confinamiento decretado a raíz de la crisis del COVID-19.
Igualmente, el comité velará por la seguridad de los trabajadores del sector pesquero que han manifestado su voluntad de seguir faenando, así como de la de los distribuidores y demás profesionales de la comercialización que siguen operativos, para lo que prestará especial atención a la difusión y concienciación entre sus miembros de todas aquellas normativas y protocolos de actuación, tanto actuales como futuros, para hacer frente al COVID-19 en el ejercicio de la actividad, así como su cumplimiento y aplicación, y a demandar las medidas de protección oportunas para los trabajadores de la cadena pesquera. El Comité entiende que, al tratarse de un sector esencial, la administración pública debería garantizar la distribución de Epis para todos los operadores del sector.
BALANCE DE SITUACIÓN. Una vez recabada la información de las distintas flotas, cofradías, mercados y minoristas, puede concluirse que en torno al 50% de los barcos y tripulaciones, así como prácticamente la totalidad del sector de la distribución siguen en activo. Las bajas por coronavirus son prácticamente inapreciables tanto en las flotas de altura como de bajura. No obstante, los tripulantes de bajura y altura, así como los propietarios de embarcaciones pesqueras enfrentan aún dificultades de diversa índole. En el caladero nacional, las organizaciones pesqueras siguen demandando mascarillas y equipos de protección individual para garantizar la seguridad frente al virus en los barcos y en las lonjas. En cuanto a la pesca de altura, para solventar los problemas que se generan para realizar los relevos de las tripulaciones en terceros países a causa del confinamiento y del estado de alarma decretado por sus gobiernos, Europêche ha enviado a la Comisión Europea una lista de puertos internacionales en los que suelen descargar los buques pesqueros de la UE y le ha solicitado que haga las gestiones oportunas para facilitar dichos relevos.
Aunque muchas de las embarcaciones que pescan en el caladero nacional se vieron obligadas a parar en primera instancia, sobre todo en el Mediterráneo y en el Golfo de Cádiz –entre el 50 y 70% de la flota no ha estado saliendo a faenar desde que se decretó el estado de alarma, así como de manera parcial en el Cantábrico Noroeste, se percibe en los últimos días un retorno al mar de algunos de estos barcos que estaban parados al percibir mayor tranquilidad respecto a los riesgos de contagio y por la constatación de que los precios en primera venta se están estabilizando.
También se ha dado la circunstancia de que cuatro cerqueros de Barbate han salido a pescar a aguas de Marruecos por primera vez en este año, realizando buenas capturas y vendiéndose a buen precio. Y en el Cantábrico, según informan desde la FNCP, salvo los mariscadores, la mayoría de las flotas se mantienen activas.
En cuanto a la pesca de altura, de la flota de Gran Sol, compuesta por unas 70 unidades, –2.150 tripulantes y 10.750 puestos directos e indirectos–, el 95% sigue pescando, fundamentalmente merluza, gallo y rape, vendiéndose las mismas en lonjas españolas. Con relación a las flotas congeladoras nacionales que pescan fuera de las aguas de la UE, la gran mayoría sigue pescando, salvo los cañeros vascos que pescan en Senegal y que se han visto obligados a parar al tener sus tripulaciones senegalesas prohibidos los desplazamientos dentro de su país.
La moral sigue bastante alta entre las tripulaciones de altura y gran altura, aunque preocupados por la situación de sus familiares en tierra. Los barcos intentan no acudir a puerto para evitar contagios y, cuando lo hacen, descargan con medidas extraordinarias de seguridad para evitar el contacto con otras personas. En las flotas de bajura también se va amortiguando la sensación de inseguridad gracias, en parte, a donaciones privadas, como las mascarillas lavables que ha facilitado una empresa murciana.
DISTRIBUCIÓN. Los grandes Mercas provinciales permanecen abiertos y activos, al igual que las principales lonjas de todo el país, si bien es cierto que las afectadas por las flotas que han parado en Mediterráneo y Cantábrico NE sí han cerrado. Aun así, la distribución de pescado a tiendas minoristas y mercados se mantiene prácticamente de la manera habitual.
La operatividad de pescadores, lonjas y mercas, mayoristas, transportistas y minoristas, confirma que no hay problema de abastecimiento de pescado ni, salvo de algunas especies muy concretas y puntuales, se prevé que lo haya, a lo que contribuyen, junto a la pesca en fresco, las existencias de mercancía congelada.
VENTAS. Tanto en las lonjas, como en los mercas y las pescaderías se va imponiendo la venta por teléfono y online, lo que ha disparado el reparto a domicilio, mientras se recupera algo la venta directa. Existe un riguroso cumplimiento de las medidas de seguridad impuestas, como confirman las inspecciones sanitarias extraordinarias que realizan las distintas administraciones autonómicas. Por término medio, puede decirse que las ventas físicas en tienda representan el 25 % frente al 75% de las ventas a domicilio. El comercio especializado ha realizado un gran esfuerzo para potenciar la venta on-line, por teléfono y WhatsApp y distribuirlo a domicilio para facilitar el consumo de productos pesqueros frescos.
PRECIOS. Inicialmente, con el cierre del canal HORECA y la desaparición del turismo, los precios de los mariscos y pescados que van principalmente a restaurantes, como puede ser el besugo, se hundieron, cayendo más del 70%. Estos precios todavía no se han recuperado, al continuar la demanda muy baja. Sin embargo, respecto a los pescados más habituales de consumo doméstico capturados por la flota de bajura, los precios en primera venta que inicialmente bajaron mucho – en torno al 50% de media–, se van recuperando un poco y se están manteniendo relativamente estables por la reducción de la oferta provocada por disminución del número de buques que siguen pescando, a pesar de que el número de compradores en lonja también se ha reducido.
Por lo que se refiere a los precios en primera venta de las especies capturadas por la flota de Gran Sol, como la merluza, el gallo o el rape, se ha podido constatar gran inestabilidad en la demanda. Por término medio puede decirse que el precio de estas especies, que cayó a casi la mitad entre el 16 y el 23 de marzo, se ha ido recuperando. Los precios del pescado congelado siguen, en general, estables. No obstante, los precios del marisco congelado siguen hundidos, al igual que los del pez espada (-20%) y tintorera (-38%).
Respecto al punto de venta final, también en las pescaderías tradicionales de las distintas comunidades autónomas se adaptan los precios en función a los precios en origen y en los mercados mayoristas, que se fijan diariamente en función de oferta y demanda. En las grandes superficies se constata una reducción de la venta de los productos altamente perecederos, como el pescado, pero en el canal tradicional el pescado fresco mantiene sus niveles de venta al consumidor final.
ESPECIES. La merluza fresca, en distintos tamaños, se confirma como el pescado más demandado de la cuarentena. Esta especie lidera las ventas, seguida por rape, gallo, lubina, caballa, pescadilla, dorada y salmón. Las especies peor paradas son las habituales del sector de la restauración, como el besugo y los mariscos.