La Comisión Europea (CE) ha publicado directrices sobre transporte marítimo a seguir durante la pandemia de coronavirus en las que señala que los operadores de cruceros son los responsables de repatriar a sus pasajeros y a sus tripulaciones, incluyendo en los puertos situados fuera de la Unión Europea (UE).
El Ejecutivo comunitario adoptó esa guía este miércoles, en un momento en el que 11 cruceros tienen programado llegar a puertos europeos entre el 8 y el 11 de abril con unos 8.000 pasajeros en total, informó la CE.
Si se tiene constancia de casos de coronavirus a bordo, los barcos deben «ser dirigidos a un puerto cerca de hospitales con capacidad suficiente», subrayó la Comisión.
En general, las embarcaciones deben de informar sobre posibles problemas sanitarios antes de llegar a puerto y, en la actual situación, la Comisión pide a los capitanes que avisen con cuatro horas de antelación al tiempo estimado de llegada sobre el número de pacientes confirmados o sospechosos de COVID-19.
«La salud y seguridad de la gente de mar y de los trabajadores portuarios es primordial», agregó la CE, que pidió que se se pongan a su disposición equipos de protección personal y que los trabajadores relacionados con el mar «tengan acceso a una atención médica adecuada si es necesario».
En el documento, Bruselas pide también a los Estados miembros de la Unión Europea que creen «una red de puertos» donde los cambios de tripulación de las embarcaciones dedicadas al transporte de mercancías, que manejan el 30 % de los bienes que llegan a la UE, puedan realizarse «sin demoras» y «con instalaciones adecuadas» realizar controles médicos y cuarentenas, si fuera preciso.
La CE agrega que los países de la UE son también responsables de garantizar las conexiones de transporte para que los trabajadores puedan regresar a sus hogares en sus países de origen.
Los marinos trabajan lejos de casa hasta que termina su contrato con la embarcación, que es el caso de unas 100.000 personas al mes, y después los navíos cambian en puerto de tripulación. A menudo, esos puertos están fuera de los países de origen de los tripulantes, que en muchos casos, además, no son ciudadanos europeos.
Dada la situación de emergencia los Estados miembros deben de garantizar que los tripulantes no europeos que necesiten visados para viajar por la UE puedan obtenerlos en el puerto en el que desembarquen, subrayó la Comisión Europea.
La CE indicó que la pandemia ha llevado a prolongar algunos de esos contratos, con un «impacto potencialmente negativo en el bienestar» de los tripulantes y subrayó que, en cualquier caso, esas extensiones contractuales deben de hacerse «con el acuerdo de los individuos concernidos».
Las recomendaciones no se aplican a las tripulaciones de las flotas pesqueras, que quedan bajo las directrices sobre libre circulación de trabajadores para garantizar el suministro de bienes esenciales. EFE