El buque de la naviera francesa CMA CGM, «Marco Polo» se mantiene atracado en el dique Norte del puerto de Algeciras, a donde ha sido conducido por orden de la Capitanía Marítima, a primera hora de la tarde de este martes, con el objetivo de que responsables de Sanidad Exterior puedan realizar las pruebas pertinentes para conocer si el tripulantes que se encuentra con síntomas de poder haber contraido el COVID19, es o no positivo.
El buque, que llegó en la madrugada del día 30 de marzo a la Bahía de Algeciras con la intención de operar en las instalaciones de Total Terminal International Algeciras (TTIA) ha tenido que ser conducido por el práctico del puerto hasta este punto, al negarse a subir a bordo, el personal de Sanidad Exterior, que ha insistido en realizar la prueba al marinero en puerto, con el objeto de llevar a cabo su traslado al Hospital Punta Europa de Algeciras, si fuese necesario. Hasta entonces, el barco no podrá ser operado en la terminal.
El CMA CGM «Marco Polo» ha permanecido fondeado durante más de veinticuatro horas, como consecuencia del estado febril y de tos que sufre un tripulante y de cuyo estado informó el capitán del buque al práctico que subió a bordo, a las 6.15 horas del pasado día 30 al llegar a la zona procedente de Southampton (Reino Unido). Desde el puente de mando, el práctico informó al capitán marítimo de lo que le había dicho el capitán del buque.
Al parecer, el capitán venía tomando la temperatura con frecuencia diaria a todos los tripulantes del barco y la normalidad había sido la nota predominante. De hecho, se había presentado a las autoridades sanitarias la «libre plática» del mismo, o sea la documentación necesaria para que se le concediese permiso de atraque, una vez comprobado el buen estado sanitario de las personas a bordo. Pero, sólo horas antes de entrar a puerto, se descubrió el estado del tripulante enfermo, algo de lo que se informó por parte del capitán al agente del barco.
Fue entonces, cuando el práctico del puerto que operaba el portacontenedores, conoció la situación y la puso en conocimiento de la Capitanía Marítima, que activó los protocolos establecidos por la Organización Marítima Internacional para que técnicos de Sanidad Exterior visitasen el barco y comprobasen si el estado del tripulante permite o no que sea atracado en puerto. Ante la negativa del personal de Sanidad Exterior a subir a bordo hasta que el barco no estuviese atracado, las autoridades han decidido trasladarlo al dique Norte donde permanecerá aislado hasta saber si el tripulante es o no portador del coronavirus, una vez que los equipos sanitarios así lo corroboren tras subir a bordo del buque.
De momento, el barco de la naviera francesa seguirá sin poder realizar las operaciones de estiba y dseestiba previstas en la terminal de TTIA, a la espera de conocer los resultados analíticos de Sanidad.