El Gobierno de España ha acordado este jueves el cierre de todos los hoteles y alojamientos turísticos similares en el plazo máximo de una semana como complemento a las medidas puestas en marcha para tratar de contener la expansión del nuevo coronavirus.
El Ministerio de Sanidad publicaba a última hora de este jueves esta norma en un Boletín Oficial del Estado (BOE) extraordinario en el marco de la declaración del estado de alarma por el impacto del COVID-19.
En la norma se establece esta medida preventiva para todos los hoteles y alojamientos similares, alojamientos turísticos y otros de corta estancia, campings, aparcamientos de caravanas y otros establecimientos similares, ubicados en cualquier parte del territorio nacional.
Sin duda, una medida que supone un nuevo varapalo para un sector muy importante en la economía española y que ya venía padeciendo los estragos de la crisis sanitaria, al menos, es lo que se desprende de las palabras de Susana Ruiz, directora de Hotel Alborán. «Nosotros ya desde el sábado no hemos aceptado a nuevos clientes, a la espera de que se marcharan los últimos que teníamos, y desde el mismo domingo comenzamos a dar vacaciones al personal, festivos, devoluciones de días pendientes… y se mantenía el personal de recepción y mantenimiento, pero a partir de ahora las cosas cambian», confiesa.
En todos estos días, se han ido confirmando la cancelación de numerosas reservas «sobre todo de grupos turísticos, que es lo que más, además de reservas directas que se van anulando, jubilaciones, bautizos, comuniones, jornadas y congresos que se han ido aplazando, aunque con la suerte de que algunos de estos eventos se han podido posponer, incluso una boda que estaba prevista para abril la han pasado a octubre», relata.
La crisis no sólo afecta al establecimiento de Algeciras, «tenemos el otro hotel en Chiclana, que pensábamos abrir el 27 de marzo, pero ya hemos hablado con los trabajadores para decirles que se pospone la apertura, porque también se han anulado grupos y muchas reservas», explica Ruiz.
Todos esperan que pase lo antes posible este momento de crisis sanitaria, social y económica y «esperemos que pronto se pueda volver a la normalidad y se puedan hacer las comuniones, con tantísimas reservas como tenemos, y que podamos enfocar mejor la situación, que es muy rara, porque no estamos acostumbrados a vivir nada igual», concluye Susana Ruiz, responsable de Hotel Alborán, que desde ahora también echa el cierre, aunque de manera telemática y telefónica seguirá atendiendo a clientes que quieran solventar dudas o trasladar cualquier consulta.